El portavoz oficial del Vaticano vuelve a 'matizar' a Benedicto XVI
No hay cambio revolucionario, ni siquiera reforma, en lo dicho por el Papa sobre el preservativo
No hay revolución, ni siquiera un cambio o reforma. El portavoz oficial del Vaticano, el jesuita Federico Lombardi, ha vuelto a matizar a Benedicto XVI, esta vez sobre el uso del preservativo "en algunos casos". El Papa se había referido al tema en un libro-entrevista con el escritor alemán Peter Seewald, que sale a la venta este martes editado en español por Herder. La opinión del pontífice romano había sido interpretada como "un paso adelante significativo y positivo del Vaticano", según el director ejecutivo de ONUSIDA, Michel Sidibé. En cambio, según el Vaticano en comunicado oficial emitido hoy, las palabras del Papa no son "un cambio revolucionario", sino una "visión comprensiva" para llevar a una humanidad "culturalmente muy pobre hacia un ejercicio responsable de la sexualidad". "Las palabras del Papa no reforman o cambian las enseñanzas de la Iglesia, sino que las reafirman, en la perspectiva del valor y de la dignidad de la sexualidad humana como expresión del amor y la responsabilidad", se añade.
El portavoz Lombardi ya se vio obligado a matizar o suavizar unas palabras del Papa cuando el pasado día seis el Pontífice visitó España y dijo antes de poner pie a tierra en el aeropuerto de Santiago de Compostela que venía a un país sumido en un laicismo agresivo, semejante al vivido durante la II República. El director de la Oficina de Prensa del Estado de la Santa Sede explicó entonces el sentido de lo dicho por su superior jerárquico, tras el revuelo causado y las críticas de amplios sectores. Entonces Lombardi lo hizo de palabra, en una reunión con los periodistas que seguían el viaje del líder católico. Esta vez, ha recurrido a un comunicado por escrito.
El Papa, según la interpretación oficial del Vaticano, no está justificando moralmente el ejercicio "desordenado" de la sexualidad, sino que considera que el uso de profiláctico para disminuir el riesgo del contagio del sida "es un primer acto de responsabilidad, un primer paso hacia una sexualidad más humana". También se dice que numerosos teólogos morales y personalidades eclesiásticas ya han mantenido posturas análogas, pero que "es verdad que nunca antes" se habían escuchado "con tanta claridad en la boca de un Papa, aunque sea en una forma coloquial y no de magisterio".
En la amplia nota, Lombardi advierte de que las declaraciones del Papa no son más que la respuesta a una de las preguntas de Seewald en el libro Luz del mundo sobre la lucha contra el sida y el uso del condón. El tema había sido tratado por Benedicto XVI en su viaje a África en 2009 cuando, camino de Camerún, dijo que el sida "no se combate sólo con dinero, ni con la distribución de preservativos, que, al contrario, aumentan el problema". Esa postura recibió la condena de las autoridades sanitarias, la reprobación de algunos parlamentos nacionales, entre otros el de Bélgica, y, en España, un agrio debate en las Cortes pidiendo la reprobación del Pontífice que finalmente echó abajo el Grupo Socialista. El Papa habría querido ahora suavizar aquella posición, o explicarla mejor, pero nuevamente se ha visto desbordado por una imprecisión dialéctica propia, o por interpretaciones que han van más allá de lo que la Santa Sede cree moralmente aceptable.
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