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La policía interrogará a cien personas que estuvieron en la casa del 'monstruo de Amstetten'

El jefe de la investigación policial afirma que "alguien de la familia Fritzl debía saber algo".- El acusado se hizo pasar por su hija en una llamada a su esposa y activó un mecanismo para que la puerta del zulo se abriera sola si desaparecía

El responsable de la Oficina Regional contra el Delito de Baja Austria, Franz Polzer, ha dicho este miércoles que la policía interrogará a unas cien personas que pasaron por la casa durante los 24 años en los que Josef Fritzl mantuvo encerrada a su hija Elisabeth, a la que violó sistemáticamente y con la que tuvo siete hijos, uno de los cuales murió al poco de nacer. Polzer también ha señalado que "alguien de la familia Fritzl tenía que saber algo" sobre las atrocidades que se estaban cometiendo en el escondite bajo la vivienda familiar, informa Juan Gómez. Asimismo, el jefe policial ha relatado que, en una ocasión, Fritzl se hizo pasar por Elisabeth en una llamada a su mujer para avisarle de que había dejado en la puerta de la casa a uno de sus hijos. Además, ha apuntado que la puerta del zulo tenía un mecanismo por el cual se abriría en caso de que estuviera varios días sin accionarse.

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"Alrededor de cien personas han vivido en esta casa durante más o menos tiempo y deseamos hacer una serie de preguntas a todas ellas para saber si, en algún momento, notaron algo extraño a lo que entonces no dieron importancia y que ahora podría ser de gran ayuda a la investigación", ha declarado Polzer.

El martes, el responsable policial del caso aseguró en una multitudinaria rueda de prensa que no existían pruebas que permitieran inculpar a ninguna persona del entorno más próximo a Fritzl, ya que éste "no dejó ningún cabo suelto que permitiera descubrir su mentira, porque engañó a todos: a su mujer, su familia y sus vecinos".

Polzer ha revelado que una vez Fritzl se hizo pasar por su hija Elisabeth para anunciar en una llamada telefónica a su esposa que había dejado a uno de sus bebés en la puerta de la casa familiar, según relató el acusado en un interrogatorio. "Tenemos un acta de la policía de entonces, porque la mujer informó a las autoridades de esa llamada", ha indicado Polzer. De acuerdo con el informe policial, Fritzl le habría dicho a su esposa, simulando ser Elisabeth: "Por favor, no te enfades. No te puedo decir dónde estoy. Por favor, ocupaos de mi bebé, que acabo de dejar en la puerta de la casa". Polzer ha agregado que la esposa de Fritzl se mostró sorprendida por la llamada, sobre todo porque la familia había cambiado su número de teléfono y muy pocas personas tenían el nuevo.

El funcionario austriaco no ha precisado cuándo se produjo este incidente, que pudo haber sido en 1993, 1994 o 1997, cuando Fritzl dejó bebés en la puerta de su domicilio, alegando que su hija se había unido a una secta y los había abandonado.

El acusado guardará silencio

Polzer ha confirmado una información del diario austriaco Kurier, según la cual la puerta del zulo subterráneo tenía un mecanismo con temporizador para facilitar su apertura si durante días Fritzl desaparecía y no era accionada por él. Esa puerta, que pesaba unos 300 kilos, fue instalada después de 1983, cuando las autoridades locales dieron su visto bueno para ampliar el sótano bajo la casa de Fritzl, ha manifestado hoy un portavoz del Ayuntamiento de Amstetten.

Por otro lado, una mujer austriaca ha asegurado haber sido violada en 1967 por el electricista jubilado de 73 años. La denunciante, que permanece en el anonimato, señala en declaraciones al diario Oberösterreichische Nachrichten, de Linz, que reconoce en Fritzl al hombre que la violó hace 41 años. "Cuando vi las imágenes de Fritzl en la televisión sabía que era él. Si, es él. Lo reconozco por sus ojos", ha aseverado la mujer.

Fritzl, detenido en prisión preventiva, no hará de momento declaraciones a la Fiscalía de Sankt Poelten, ha dicho su abogado, Rudolf Mayer, que ha añadido que el septuagenario no ve de momento "ninguna razón para responder a las preguntas de la fiscalía competente".

Movimientos de tierra en un solar

Según revela el registro de la propiedad al que ha tenido acceso la agencia EFE en Viena, Josef Fritzl gozaba de una cómoda posición económica. El electricista está registrado como propietario único de seis bienes inmuebles, repartidos por varias localidades del Estado federado de la Baja Austria.

En la lista figuran la propia casa familiar, tres edificios con numerosos apartamentos y locales comerciales, otra casa y un terreno, todo por un valor estimado de unos 2,2 millones de euros. Los edificios están ubicados en las localidades de Waidhofen an der Ybbs, Sankt Pölten (capital de Baja Austria) y en Amstetten, la ciudad de 23.000 habitantes donde Fritzl encerró a su hija.

El semanario vienés News informa este miércoles de que en un solar adquirido por Fritzl hace apenas tres años el hombre había hecho mover decenas de metros cúbicos de tierra, aparentemente sin ninguna finalidad. Después de destaparse el caso del calabozo subterráneo de Amstetten, la policía también investigará ese lugar, asegura News.

El semanario destaca además que, en uno de los terrenos adquiridos por Fritzl en Amstetten, el hombre quería construir 13 casas adosadas, un centro de oficinas y un aparcamiento para 30 vehículos, un proyecto que fue suspendido ante la resistencia de los demás vecinos.

Tras este caso de incesto que ha conmocionado al mundo, el canciller austriaco, Alfred Gusenbauer, ha afirmado que el Gobierno de su país planea iniciar una campaña de imagen para recuperar su reputación en el extranjero.

El torturador y violador de su propia hija durante 24 años iba cada año al país tristemente famoso por su prostitución infantilVídeo: ATLAS

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