Las oportunidades tecnológicas del ITER
El reactor experimental de fusión nuclear convoca a empresas españolas y francesas
Dicen que la unión hace la fuerza y quizás este dicho sea ahora más necesario que nunca ante la soga que aprieta a la economía española y mundial. Un centenar de empresas españolas y francesas se ha reunido hoy en un seminario en Barcelona para impulsar alianzas empresariales y tecnológicas entre compañías de ambos países para concursar en las licitaciones del megaproyecto ITER , el ambicioso experimento de fusión internacional que, de tener éxito, podría facilitar la producción masiva de energía a partir del hidrógeno por el lejano último tercio del siglo XXI.
El faraónico proyecto se construye en Cadarache, en el sur de Francia, mientras que la Agencia Europea Fusion for Energy (F4E), dedicada a la licitación de los contratos de la participación europea, ya funciona en Barcelona. Además de la Unión Europea, del proyecto ITER son socios Estados Unidos, Japón, China, India, Rusia y Corea del Sur, pero éste va más lento de lo deseado. El presupuesto para la construcción y explotación del reactor durante su vida útil se fijó en 10.000 millones de euros en el año 2001, recientemente se revisó al alza hasta los 16.000 millones y la cifra se volverá a examinar en una próxima reunión de los socios en el mes de noviembre. De rebote, también se ha retrasado la puesta en marcha del reactor tipo tokamak a 2018.
La reunión hispano-gala, organizada por el Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial (CDTI) y la agencia francesa para el desarrollo internacional de las empresas (Ubifrance), cobra mayor interés ante el recorte que el gobierno español ha anunciado en los presupuestos de ciencia y tecnología. Maurici Lucena, director general del CDTI, dijo que el Gobierno estaba estudiando, "como hacen otros gobiernos", crear una línea de ayudas específicas para las empresas españolas que acudan a concursos de grandes instalaciones científicas internacionales. De hecho, Lucena invitó a las empresas presentes en la sala para que revisaran las ayudas estatales porque "pueden ser útiles para fructificar la asociación con empresas francesas, porque muchas de estas ayudas tienen una prima adicional cuando la empresa española incorpora un socio externo". Algo que debían escuchar con atención los 200 directivos de empresas españolas como Acciona, Ibedrola, Ferrovial, Dragados, Indra, Abantia, OHL, ABB, Elecnor, Siemens, o francesas como Areva, Schneider y Aubert & Duval.
Tractor para la industria
Sobre el cada vez más abultado presupuesto del ITER, el director general de F4E,Didier Gambier, dijo que había que tener en cuenta que los presupuestos se irán dando durante los próximos 10 años. "Lo importante es crear una dinámica que permita iniciar el proyecto y poder movilizar recursos para después poder ir pagando a medida que avanza", añadió. "Estamos trabajando para que los políticos europeos, porque son ellos los que deciden, apoyen este proyecto al máximo o digan si tienen otro enfoque". Se congratuló de que algunos ya hayan percibido correctamente la dimensión del ITER, "que no es sólo energético, sino también de cooperación internacional". Es el caso del consejero de Economía y Finanzas de la Generalitat, Antoni Castells, quien se refirió al proyecto como una gran oportunidad y "un tractor para la industria".
Gambier dijo que tiene pendiente la aprobación del contrato para la construcción de un gran edificio de montaje "y después tenemos que tener toda la información necesaria para conocer al detalle cómo serán los edificios nucleares, con paredes supergruesas, y tenemos que contratar arquitectos e ingenieros. Al mismo tiempo, estamos iniciando la construcción de la cámara de vacío y de los grandes imanes superconductores. Luego pasaremos a la preparación de los diagnósticos, porque este proyecto es algo más sensible que hacer un satélite, es muy delicado".
La oficina F4E de Barcelona trabaja actualmente con 200 personas y contará con 150 ingenieros nuevos a finales de año, "hemos de ir contratándolos y no es tan fácil", asegura el directivo. De momento, gestiona 200 millones anuales de inversión. "Hemos hecho unas 50 licitaciones de contratos y en una cuarta parte de los proyectos participan empresas españolas, asegura, "más que de Francia". El volumen de contratación español asciende a 10 millones de euros para un importe total de contratos firmados hasta el momento de 100 millones de euros.
Por ejemplo, España se presenta a proyectos como la construcción de los grandes imanes del reactor o de la cámara de vacío, que contendrá el plasma y deberá estar fabricada con un acero capaz de soportar situaciones extremas de temperatura. Gambier celebró el papel de una empresa española que participará en el desarrollo de un complejo sistema robótico. Francia, por su parte, aporta grandes empresas de construcción de submarinos. "Podemos tener una buena integración", añadió. "España tiene capacidades y empresas con un gran dinamismo para participar en el ITER, las empresas tienen interés y no dudan en ponerse en contacto con nuestra agencia a través de nuestros vínculos con el mundo industrial".
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