Un oasis donde 'danzaban' dinosaurios
Geólogos estadounidenses descubren en la frontera entre Arizona y Utah más de mil huellas de estos animales - La región albergaba un enorme desierto hace 190 millones de años
Geólogos de la Universidad de Utah, en EE UU, han descubierto más de mil huellas de dinosaurios en la frontera entre los Estados de Arizona y Utah, en un páramo que hace 190 millones de años albergaba un oasis rodeado de un enorme desierto de arena. Los investigadores creen que su descubrimiento, que definen como "una pista de baile para dinosaurios", es una evidencia de que en esa zona se produjeron intervalos de períodos húmedos y secos durante el Jurásico.
"El lugar fue probablemente un oasis o un lago sobre un área baja entre dunas de arena que atrajo a los dinosaurios", ha señalado a ELPAÍS.com la geóloga Marjorie Chan, directora del Departamento de Geología y Geofísica en la Universidad de Utah, que ha coordinado el estudio. Según esta investigadora, toda la región, situada cerca de el Monumento Nacional de Vermilion Cliffs, al norte de Arizona, era un vasto desierto como el del Sáhara. "Muchas veces creemos que los desiertos carecen de vida, pero este ambiente albergó probablemente vida y fue un verdadero lugar de paso de dinosaurios", ha asegurado Chan.
En el estudio, publicado en el último número de la revista internacional de paleontología Palaios, los geólogos estadounidenses describen cómo en un mismo lugar se concentra una gran cantidad de diferentes y variadas huellas de patas y colas, algunas superpuestas, que antes de comenzar el estudio se pensaba que eran simas formadas por la erosión.
La concentración de rastros es tal que los científicos consideran el lugar como una "auténtica pista de baile para dinosaurios". Según Chan, el tamaño y forma de las huellas (de 2,5 a 50 centímetros) describen un "comportamiento social" en estos animales, que podrían haber estado "bailando juntos". "Algunas pertenecen a terópodos (carnívoros), pero otras parecen ser de sauropodomorfos (herbívoros) y todas se encuentran en el mismo punto", precisa esta investigadora, cuyo equipo cree que algunas de las pequeñas huellas pertenecen a crías y a al menos cuatro especies distintas de dinosaurios, "aunque podrían ser más".
Extraños rastros de colas
En el oeste de EE UU, hay numerosos lugares en los que se han descubierto huellas de dinosaurios. En Navajo Sandstone, hay más de 60. Según estos geólogos, la densidad de los rastros descubiertos ahora es incluso mayor que en regiones más grandes como el Parque Nacional Sand Dunes, situado también en Utah.
Además, si este lugar es especial es porque las huellas de colas encontradas son difíciles de encontrar. "Hemos encontrado cerca de media docena de estos rastros. Son extraños porque es sabido que los dinosaurios normalmente no arrastraban la cola, pero tal vez era diferente cuando estaban cerca del agua o descansando", dice Chan.
La geóloga estadounidense visitó la zona del hallazgo en 2005, y con la ayuda de Winston Seiler, el otro autor del estudio, descubrió que no se trataban de simas o agujeros que había dejado la erosión, como creían, y todavía piensan, algunos investigadores.
"Cualquier geólogo que mira estos rastros con detenimiento sabe que no son simas normales", indica la geóloga, quien cree que la clave está en que sólo se encuentran estas cavidades en una zona muy concreta, y no en toda la región. Para Chan, esta circunstancia también indica que existió "un importante período húmedo". Las huellas, según la investigadora, "muestran los blandos montículos dejados por la arena hace unos 190 millones de años alrededor de huellas que se formaron al mismo tiempo que se depositaba sedimento antes de que la superficie se conviertiese en roca".
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