'El niño de El Royo' vuelve al centro de acogida por desatención de la madre

Diego, el niño de cuatro años cuya retirada de su familia preadoptiva en El Royo (Soria) desató la polémica, vuelve a estar en un centro de acogida. Por orden judicial, el pequeño residía desde hace casi un año con su madre, enferma de trastorno bipolar. El pasado día 20, la mujer ingresó en un hospital madrileño aquejada de una crisis. Por orden del juez, el pequeño fue ingresado ese día en un centro de acogida de la capital. El miércoles ingresó en otro de Salamanca. La familia preadoptiva está dispuesta a volver a acogerlo.

Diego está desde el miércoles bajo la tutela de la Junta de Castilla y León tras los informes recibidos del Instituto Madrileño del Menor, que declaró al niño en "situación de desamparo", y el auto del juzgado 6 de Salamanca, que instó a la Junta a tomar las medidas necesarias para ingresar al menor en un centro de acogida. La consejera de Familia de Castilla y León, Rosa Valdeón, afirmó que la denuncia del Instituto "estaba motivada por los hechos violentos (no contra el niño) provocados por la madre durante su estancia en el juzgado número 7 de la capital de España".

Según la Consejería de Servicios Sociales de la Comunidad de Madrid, la presencia en la capital de Diego y de su madre, Margarita, de 47 años, se conoció el pasado día 20, a raíz del ingreso de la mujer en las urgencias del hospital Gregorio Marañón. Llegó en una ambulancia, acompañada del pequeño, después de sufrir una crisis en el trastorno bipolar que padece. Esta enfermedad psiquiátrica, también llamada psicosis maniaco-depresiva, provoca episodios alternativos de euforia y depresión.

La consejería madrileña desconocía ayer si la crisis ocurrió en la pensión donde vivían madre e hijo o en el metro. Un portavoz añadió que ignoraban si, tal como se dijo en un primer momento, la mujer estaba mendigando con el niño. La progenitora ha negado este extremo. "Sólo descansaba en la puerta del metro", dijo a Efe.

Según la consejería madrileña, la asistente social del hospital alertó a la Comisión de Tutela de Madrid. Un juez decidió el ingreso del niño en un centro de menores ese mismo día. La madre permaneció en el hospital varias jornadas. El juez también alertó a las autoridades de Castilla y León. El niño fue examinado en el centro sanitario, donde se apreció que su estado de salud era correcto. El Instituto del Menor realizó un informe, enviado al juez, en el que desaconsejaba que el pequeño continuara con su madre, según la consejería.

En su corta vida, el niño de El Royo, ha cambiado de hogar en numerosas ocasiones. Desde que nació, el 4 de enero de 1999, ha pasado 27 meses en centros de acogida, 17 con su familia preadoptiva, tres con su tía y 11 con su madre. A la semana de nacer, la Junta de Castilla y León abrió un expediente de protección, por ser hijo de dos enfermos mentales (el padre es esquizofrénico). A los cinco meses fue entregado en preadopción a una familia de la pequeña localidad soriana de El Royo. Convivió con ellos hasta octubre de 2000, cuando los padres preadoptivos lo entregaron a la Junta en cumplimiento de las sentencias judiciales que obligaban a que el niño volviera a un centro de menores donde pudiera ser visitado por su madre. Uno de los argumentos aducidos por los jueces fue que el contacto con el pequeño permitiría una mejoría en la salud mental de su progenitora. La salida del niño de su familia de acogida provocó fuertes protestas en el pueblo e incluso se creó una asociación de apoyo. El Gobierno regional defendió la estancia del niño con la familia soriana.

Finalmente, el juez autorizó que el pequeño residiera con una tía, en lugar de en un centro, y estableció un régimen de visitas para la madre. A penas tres meses después, en enero de 2001, la tía renunció a la custodia y el niño regresó a un centro de acogida hasta noviembre del año pasado, cuando la Audiencia Provincial de Salamanca permitió que el pequeño viviera con su madre bajo la vigilancia de la Junta de Castilla y León.

Defender al menor

La consejera de Familia de Castilla y León se mostró ayer prudente sobre la actitud que mantendrá el Gobierno regional. Dijo que se actuará para "defender los intereses y el bienestar del menor". Por el momento, su madre tendrá que conformarse con el régimen diario de visitas establecido por el centro de acogida para casos como éste. No podrá llevarse a su hijo mientras no se pronuncie de nuevo el juez. Ayer mismo le visitó durante 45 minutos.

Todas las posibles salidas dependen de la justicia, que deberá revisar la sentencia dictada en su día por la Audiencia salmantina. "Cualquier cambio -dijo la consejera- pasa porque el juez ratifique o modifique el auto que otorgaba a la madre biológica la custodia del niño". Federico Bello, fiscal jefe de Salamanca, señaló que tendrá que ser un juez quien decida si el niño ha de volver con su madre biológica o ser enviado con una familia adoptiva.

Margarita ha solicitado ya que se lo devuelvan para trasladarse con él a Alicante, adonde actualmente cumple prisión su pareja, condenada por intentar quemar una vivienda. En declaraciones a varios medios de comunicación ha anunciado su intención de recuperar a su hijo, para lo cual tiene previsto entrevistarse hoy mismo con el juez de Salamanca.