La iglesia 'roja' de Vallecas planta cara al Arzobispado
Rouco Varela cierra la Parroquia de San Carlos Borromeo de Entrevías pero mantiene su actividad social
La parroquia de San Carlos Borromeo, la iglesia roja de Vallecas va a plantar cara al Arzobispado de Madrid frente a la decisión de convertirla en un centro dedicado a la acción social y restringir su actividad religiosa.
Los tres párrocos -el popular Enrique de Castro, conocido como el cura rojo, Pepe Díaz y Javier Baeza- han decidido mantenerse en la parroquia porque no entienden "¿por qué el obispo no cree en nuestra fe? cuando Evangelio literalmente significa buena noticia y eso hemos ido experimentando".
El Arzobispado ha justificado su decisión basándose en que la Institución "eximió" a la parroquia de sus responsabilidades pastorales hace 22 años, y los actuales responsables de la iglesia madrileña, con Antonio María Rouco Varela a la cabeza, se han limitado a acometer una "organización pastoral" que "da forma jurídica" a lo establecido en 1985.
Pero los tres religiosos insisten en la necesidad de ser cercanos a sus feligreses y destacan que en el centro que regentan desde hace 26 años "han nacido grupos como el de las Madres, Traperos de Emaús, Coordinadora de Barrios, Escuela sobre Marginación, Fundación Raíces..." "En torno a ella -argumentan- nos hemos ido encontrando personas de muy distinta clase y condición: chavales de la calle, empresarios, madres, políticos, insumisos, jueces, inmigrantes, colectivos sociales y de iglesia, agnósticos y ateos y creyentes de distinta confesión".
Avisan además de que seguirán "adelante" y dejan claro que "los movimientos sociales que se han reunido en la parroquia, los parroquianos, las personas de otros cultos, las que no se definen en torno a ninguno, y todas aquellas personas que durante años han hecho uso de la hospitalidad de los curas de Entrevías apoyarán esta decisión de resistencia".
Las instalaciones, para Caritas
El Arzobispado ha decidido destinar las instalaciones de la Parroquia para un centro dirigido por Cáritas Madrid, "con el fin de mantener y potenciar del modo debido el servicio a los pobres", una medida acordada por el Consejo Presbiteral, "buscando siempre el mejor servicio social que desde esa Parroquia se venía prestando".
A los tres sacerdotes la máxima instancia eclesiástica de Madrid les pide ahora que sigan asumiendo las tareas de acogida, educación y atención social que se vienen prestando desde este lugar.
Y los feligreses de la zona, que ya estaban inscritos en las Parroquias limítrofes, quedan ahora incorporados canónicamente a San Francisco de Paula y de Santa Eulalia de Mérida. "Con estas medidas de organización pastoral se da forma jurídica a lo establecido desde 1985 en relación a la hasta ahora Parroquia de San Carlos Borromeo".
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