"Los esquimales toman el pecho hasta los tres años y sus índices de obesidad son muy bajos"
La leche materna protege al niño contra la posible aparición de enfermedades cardiovasculares y diabetes
Manuel Bueno (Jaén) es médico pediatra y colaborador extraordinario de la Universidad de Zaragoza, sus líneas de investigación son dos: La obesidad en Pediatría y proyección en la patología del adulto y la Diabetes, tipo II, y su síndrome metabólico. Fue Premio Nacional de Alimentación y Salud de la Universidad de Navarra en 2005. Lleva más de una década investigando la relación entre el mal desarrollo embrionario y la aparición de la obesidad en la adultez.
PREGUNTA: ¿Un mal desarrollo fetal puede ser causa directa de una obesidad en la edad adulta?
RESPUESTA: Como en una etapa tan precoz como el desarrollo embriofetal, circunstancias desfavorables como mala alimentación o la ingesta de tabaco u otras drogas pueden afectar a un ser que tiene que desarrollarse de una manera vertiginosa y perfecta, es más, puede tener dificultades tanto de niño y como de adulto con problemas de diabetes u obesidad.
P: ¿Cuál es la pauta para que el desarrollo fetal se haga correctamente y así evitar que en un futuro aparezcan este tipo de problemas?
R: El crecimiento y el desarrollo tienen una clase de factores que se llaman reguladores que son los que se encargan de proteger y controlar ese desarrollo normal. En el caso del feto hay unos factores que dependen de la madre, otros del propio feto y otros que describen el ambiente donde discurre esa relación entre ambos. El ambiente, principalmente intrauterino, está protegiendo al feto, pero en algún momento se puede contaminar y afectarlo.
P: ¿Cuáles son los factores de contaminación más comunes?
R: Generalmente se pueden reducir en dos: factores genéticos y factores ambientales. Estos últimos son los que van actuar directa o indirectamente al feto. El más importante de ellos es, con mucho, el factor nutricional. Si el entorno de nutrientes que llegan a través de la placenta está interrumpido o dificultado, empieza el problema.
P: ¿Qué tipo de nutrición debería tener una madre para prevenir esos riesgos?
R: Normalmente en nuestro ambiente, la dieta de las madres suele ser la adecuada para transmitírsela al hijo. El problema se presenta en épocas de hambre como sucedió en Holanda al final de la II Guerra Mundial, en el invierno de 1944 y principios de 1945, cuando los Alemanes cerraron el circuito de alimentos y la gente solo consumía unas 500 calorías al día de las 2000 que necesitamos. Los hijos de aquella época, que tienen ahora unos 60 años, presentan más problemas de obesidad que personas que crecieron en condiciones normales. Esos fetos adaptaron sus genes para sobrevivir, provocando que sus células grasas en la edad adulta no metabolizaran correctamente las grasas y se queden adheridas a ellas.
P: ¿Cuánto debe pesar un bebe para no tener problemas en la adultez?
R: Lo normal es que el niño pese más de 2.500 gramos; si pesa menos puede tener riesgo. Esto se aplica siempre que el niño haya tenido una gestación total de 40 semanas.
P: ¿Usted ha dicho que el mejor alimento para los niños es la leche mamaria frente al biberón, cual es la razón?
R: Aparte de los componentes nutricionales beneficiosos que ya se han investigado, se ha descubierto que también contiene microcomponentes y que posee un efecto protector que sensibiliza a las células de la grasa para que no la almacenen. Este es un aspecto muy novedoso que cuenta con marcadores genéticos.
P: ¿Por cuánto tiempo el bebé debe tomar la leche mamaria?
R: Esto la OMS lo tiene superregulado, habla de un tiempo mínimo de cuatro meses de alimentación exclusiva, aunque no existe ninguna contraindicación para seguir más tiempo ya que un lactante humano produce una misma cantidad de leche mientras no vacié la glándula mamaria. Las mamás esquimales les dan el pecho a sus hijos hasta los tres años y sus índices de obesidad son muy bajos.
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