La clínica de Udine no desconectará a Eluana
El centro da marcha atrás en su decisión inicial de retirar la alimentación a la mujer tras el veto del Gobierno a un fallo del Supremo que lo autorizaba
Los responsables de la clínica Città di Udine, en el norte de Italia, han anunciado hoy que finalmente no desconectarán a Eluana Englaro, una mujer de 37 años en estado vegetativo desde 1992, tras el veto del Gobierno de Berlusconi a una sentencia del Tribunal Supremo que autorizaba a retirarle la sonda que la mantiene con vida.
En un comunicado, la clínica explica que se ha replanteado su decisión inicial tras estudiar las posibles consecuencias de desobedecer la circular del Ministerio de Sanidad italiano, que prohibió a todos los centros médicos, tanto públicos o privados, la interrupción de la alimentación a pacientes en estado vegetativo. "Estamos obligados a retirar nuestra disponibilidad a acoger a Eluana Englaro y al equipo de voluntarios externos (que se habían ofrecido a desconectarla) y adoptar así la sentencia emitida por el Tribunal de Apelación de Milán del 9 de julio de 2008 y que ratificó el Tribunal Supremo el pasado noviembre", se lee en la nota.
La clínica justifica su decisión en la "confusión que se ha creado entre las normas administrativas y la posible superposición de competencias entre Estado y regiones". Y añade que los análisis efectuados estos días "han hecho considerar probable que, en el caso de que se realizase el protocolo previsto para Englaro, el Ministerio de Sanidad podría adoptar medidas que podrían poner en peligro la actividad del centro, y, por tanto, hacer peligrar el puesto de trabajo de 300 personas". La clínica Città di Udine es concertada y para su supervivencia depende de los contratos que recibe de la Seguridad Social.
El centro médico ha agradecido el apoyo de los que en estos días han manifestado su solidaridad con la clínica por "una decisión valiente, que se llevó adelante hasta que fue posible". Asimismo, ha mostrado su "pesar" por tener que haber dado marcha atrás a la hora de "dar a Beppino Englaro el apoyo logístico necesario para acoger la voluntad de su hija".
"Respeto" a la decisión
Desde que se conoció la sentencia del Tribunal Supremo, el 18 de noviembre pasado, el ministro de Sanidad, Maurizio Sacconi, la Curia vaticana, la Conferencia Episcopal italiana, los medios católicos y los grupos de médicos creyentes han trabajado codo con codo por una idea básica: impedir por todos los medios que se ejecute la sentencia.
Franca Alessia, abogada y cuidadora especial de Eluana, cree que la estrategia católica ha llevado el caso a "una situación absurda, ridícula y vergonzosa". "Han atacado la sentencia de todas las formas posibles, y en todas las instancias posibles, convirtiendo el Estado de Derecho en una caricatura", ha lamentado. En un comunicado, el padre de Eluana, Giuseppe Englaro, y Alessia expresan su "respeto a la decisión de la clínica tras la circular del Ministerio".
Ahora, Giuseppe Englaro, que ha estado luchado durante una decena de años para que la Justicia permitiese desconectar a su hija, tendrá que buscar un nuevo centro médico dispuesto a retirar la sonda a Eluana.
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