La censura en Internet mina las relaciones China-EE UU
La crisis entre Estados Unidos y China desencadenada por Google no tiene visos de amainar, a pesar del interés de Pekín por convertirla en un asunto meramente empresarial. El Gobierno chino arremetió ayer contra Washington y le acusó de dañar las relaciones bilaterales con sus repetidas declaraciones en contra de la censura en Internet. "EE UU ha criticado la política seguida por China para administrar Internet y ha insinuado que China restringe la libertad en la Red. Esto es contrario a los hechos y daña las relaciones [entre los dos países]", dijo Ma Zhaoxu, portavoz de Exteriores.
La Casa Blanca ha hecho saber la preocupación del presidente Barack Obama ante las denuncias de ciberataque que Google ha presentado contra Pekín. Un portavoz dijo ayer que Obama "sigue estando preocupado por la violación en la seguridad que Google atribuye a China". Y agregó que EE UU sólo exige a Pekín que ofrezca respuestas ante las acusaciones del potente buscador de Internet.
La secretaria de Estado estadounidense, Hillary Clinton, se pronunció de forma tajante el jueves contra las restricciones a la libertad de información que llevan a cabo países como China, Irán o Arabia Saudí y pidió a Pekín que investigue las quejas de Google de que sus servidores y los correos electrónicos de disidentes chinos en EE UU que utilizan su servicio Gmail han sido objeto de ataques informáticos por parte de ciberpiratas, supuestamente amparados por el Gobierno chino. Los hackers se infiltraron en una treintena de empresas.
"Cortina a las ideas"
Clinton aseguró que "una nueva cortina de la información ha descendido en muchas partes del mundo", y reiteró su apoyo a "un único Internet en el que toda la humanidad tenga igual acceso al conocimiento y a las ideas".
El Gobierno chino cree que Internet puede ser utilizado para intentar desestabilizar el país, incitar el separatismo y minar la autoridad del Gobierno. "La campaña estadounidense por un flujo de información libre y sin censura en Internet es un intento disfrazado de imponer sus valores a otras culturas en el nombre de la democracia", señala el periódico progubernamental Tiempos globales. Tras los ciberataques sufridos, Google dijo que dejará de cooperar con la censura y que si Pekín no lo acepta, dejará el país.
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