Los ateos sí existen
Ciudadanos no creyentes reclaman más debate público y un Estado laico
Un negro será el martes presidente de Estados Unidos. ¿Podría un miembro de otra minoría, la de los ateos confesos, ocupar ese puesto? Las asociaciones de ateos españoles creen que no, y que no sólo en EE UU la negación de la divinidad es un tabú importante. Por eso reclaman más libertad para discrepar. Están dispuestos a conseguirlo a base de invertir tiempo, dinero, y discutir con el mismo San Pedro si es necesario.
Como base social toman los ocho millones de ciudadanos que en el barómetro de diciembre de 2008 del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) se declaran no creyentes. Puede parecer que ateos y agnósticos han salido del armario con el bus que desde hace unos días circula por Barcelona recordando que "Probablemente Dios no exista", pero hace años que el movimiento intenta despegar. "Se nos empieza a escuchar porque la sociedad reclama este debate. Si no, todo habría quedado en anécdota", explica Albert Riba, presidente de la Unión de Ateos y Librepensadores (UAL).
Ocho millones de españoles se declaran no creyentes
El agnóstico tiene un perfil de urbanita, universitario y de izquierdas
El germen de la UAL nació en Cataluña en 1994. Un grupo de amigos decidió participar en un debate televisivo sobre Dios, "uno de esos locos en los que todo el mundo grita", explica Riba. Extrajeron como conclusión que el tema requería más sosiego. Junto a los espectadores que llamaron apoyándoles, crearon Ateus de Catalunya. Luego, se expandieron por Madrid, Valencia... Ahora son unos 3.000.
Su vivero está en Internet. Cyberateos.org o circuloesceptico.org son algunas de las páginas que animan la discusión. Cyberateos afirma tener 2.500 inscritos en su foro. Como en todo movimiento, conviven posiciones encontradas. La UAL defiende que el formato del bus -inspirado en una iniciativa de su homóloga, la British Humanist Association- con su conciliador "probablemente" era el adecuado para favorecer el diálogo. "No tenemos verdades absolutas, nos gusta discutir", explica Joan Carles Marset, vicepresidente de la UAL. Les dan la razón algunos círculos cristianos. Como Fernando Ábalos, director de la revista evangélica RS21, que considera que "entre tanto fútbol, un debate fundamental no puede hacer daño". En la Federación Internacional de Ateos (FIDA) tienen menos ganas de filosofar. "Somos más guerrilleros", explica Paco Miñarro, su coordinador. Nacieron en 2006 a partir de la plataforma valenciana contra la visita del Papa. En 2007, el concilio ateo que convocaron en Toledo generó gran polémica. "Usamos el descaro y la ironía", explica Miñarro, "pero detrás hay una reflexión de peso". A diferencia de la UAL, la FIDA es abiertamente anticlerical y considera la religión nociva.
Las posiciones divergen, pero el perfil sociocultural de los militantes es muy similar: urbanitas, universitarios y de izquierdas. Riba ha estudiado sociología, Marset trabaja en una editorial y Miñarro es empresario. El CIS confirma que los ateos y agnósticos abundan más entre profesionales liberales y estudiantes. "Es cierto que en nuestra asociación hay pocos fontaneros", explica Miñarro. Tampoco hay muchas mujeres, confiesan en la UAL.
A los ateos les une la impresión de que la religión está demasiado presente en el ámbito público. Creen que para expresarse en libertad tienen más trabas de lo que parece. En el concilio de la FIDA en Toledo, brilló Jam Montoya, un artista que en los últimos años casi fue linchado por unas fotos en las que retrataba personajes del santoral en poses eróticas. Montoya no es militante. Estuvo en Toledo para hablar de las 300 amenazas de muerte que había recibido. "Yo siempre he sido respetuoso, y ellos me quemaron hasta el coche", se lamenta.
Para los ateos es básico no caer en el proselitismo. Se declaran tolerantes y dispuestos al diálogo, pero en algunos foros pueden resultar hirientes. En cyberateos avisan de que "Por favor, antes de continuar, recuerda que en la lista de correo de Foro Ateo sólo se permiten ateos y agnósticos. Si eres creyente en algún dios, religión o pseudociencia no puedes participar aquí".
Ismael, un joven ateo que vive en Madrid vio la noticia del bus y pensó "ya era hora de que alguien hiciera esto". No cree en Dios, pero tampoco está afiliado a ninguna asociación. "Simplemente, como muchos jóvenes, me desentiendo de la religión". Se refiere al 29% de no creyentes identificados por el Informe Juventud en España 2008. La Conferencia Episcopal no quiere posicionarse sobre el fenómeno, pero durante años sus representantes más conservadores han insistido en que en la desafección de los jóvenes hay menos de reivindicación ilustrada o del materialismo histórico de Marx que de la chica materialista de la canción de Madonna. Los ateos no están de acuerdo con que el desapego religioso sea el resultado de un vacío espiritual. "No sé por qué la Iglesia se arroga el derecho de expedir certificados de buena salud espiritual", protesta Riba.
Los ateos insisten en que en ciertos reductos sigue siendo difícil declararse no creyente. Por ejemplo, el 100% de los agricultores consultados por el CIS se dicen católicos. El miedo en ambientes opresivos es una de las razones que arguye Mariano Gadea para defender una campaña que ayuda a los no creyentes a liberarse. Este barcelonés de 83 años se dice ateo desde que a los nueve años leyó en un periódico en la peluquería de su padre que el Papa bendecía los cañones que Mussolini disparaba en Etiopía. El franquismo le llevó obligado a misa. "Estoy muy enfermo, pero confío más en el sentido del humor que en un dios", ríe. Su pretensión es que se hable de lo divino y lo humano sin miedos ni imposiciones. Como ateo, le revientan los funerales de Estado y las subvenciones a la Iglesia. "Para mí, el que sea católico, chapeau, pero que no me pongan un pesebre en la plaza de San Jaime".
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