Un agujero negro se despierta tragándose una estrella
El fenómeno, a 3.900 millones de años luz de la Tierra, genera chorros de materia ionizada.- El observatorio espacial 'Swift' lo ha captado
En una galaxia situada a unos 3.900 millones de años luz de la Tierra, una estrella se ha acercado demasiado al agujero negro central y este la ha roto y ha empezado a tragársela, saliendo de su estado durmiente. En el proceso se han generado dos chorros de materia ionizada y uno de ellos, el apuntado en dirección al Sol, ha sido captado por el telescopio espacial Swift. Las secuelas de fenómenos así se habían observado ya varias veces como emisiones de galaxias lejanas que se van debilitando lentamente, indica la revista Nature, que presenta el descubrimiento del brusco final de la estrella devorada, "pero hasta ahora no se había observado el comienzo del proceso".
El pasado 28 de marzo, el Swift, de la NASA, captó un destello en una galaxia lejana y los científicos pensaron que sería un destello de rayos gamma como los que se detectan constantemente y que normalmente se asocian a la muerte de una estrella masiva que colapsa formando un agujero negro. Pero esas emisiones de alta energía son muy cortas, mientras que la del día 28 siguió brillando y los astrónomos se dieron cuenta de que estaban ante algo diferente. David Burrows (Penn State University) y sus colegas comenzaron un seguimiento exhaustivo del objeto, denominado Swift J164449.31573451, con otros telescopios de rayos X y rayos gamma. También emprendió la investigación un segundo equipo, liderado por Ashley Zauderer (Harvard-Smithsonian Center for Astrophysics) utilizando radiotelescopios.
Ahora los dos grupos exponen en Nature las conclusiones. En el centro de aquella galaxia hay un agujero negro con una masa de un millón de veces la masa del Sol (similar al de nuestra Vía Láctea). Cuando una estrella se acerca a uno de esos objetos se estira, porque la fuerza gravitatoria que ejerce el agujero negro en la cara del astro orientada hacia él es muy superior a la de la cara opuesta; si se acerca demasiado, el astro resulta destruido y su materia forma un disco que gira como un remolino alrededor del agujero negro y se calienta rápidamente hasta millones de grados emitiendo radiación electromagnética. Es "el despertar del agujero negro", dice el especialista Davide Lazzati en su comentario en Nature sobre este el descubrimiento de Swift J164449.31573451. En el proceso en que los restos de la estrella está cayendo en el agujero negro, se forman dos chorros de materia a lo largo de su eje de rotación que alcanzan velocidades próximas a la de la luz (chorros relativistas) y en este caso concreto ha dado la casualidad de que uno de los chorros está orientado directamente hacia nosotros y lo han captado los telescopios.
El chorro, al interaccionar con el medio interestelar provoca emisiones radio y las observaciones de Zauderer y sus colegas han permitido correlacionarlas con el destello captado por el Swift. Los científicos han logrado situar el origen del fenómeno en el centro de la galaxia.
Si esta interpretación de los datos es correcta, el destello de Swift J164449.31573451 "se irá apagando cuando todo el material estelar haya sido tragado por el agujero negro", concluye Lazzati.
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