Todos los pigmeos descienden de una misma población
La investigación genética zanja uno de los más viejos debates de la antropología
Todas las tribus de pigmeos, que viven en distintas zonas por toda África central, descienden de una sola población común. Dicha población lleva separada de sus vecinos agricultores cerca de 60.000 años, que es tanto como lo pueda estar una población humana de otra (es lo que separa a un sueco de un aborigen australiano, por ejemplo).
Un estudio internacional coordinado por Lluis Quintana-Murci, del Instituto Pasteur de París, y publicado hoy en PLoS Genetics, zanja así uno de los más viejos debates de la antropología; los pigmeos tienen un origen común, es decir, que sólo evolucionaron una vez.
A diferencia de las poblaciones vecinas de agricultores y ganaderos, los pigmeos son cazadores-recolectores que deambulan por las selvas tropicales africanas. Los científicos del Pasteur y de las Universidades de Pavia, Yale y Santiago, han analizado el ADN de 12 poblaciones de la franja tropical del continente que representan sus dos grandes grupos geográficos, los pigmeos del este y del oeste. Las 12 revelaron un origen común hace 20.000 años.
Es un grupo étnico que lleva 60.000 años separado de pueblos vecinos
Son personas de menos de 1,50 metros y tienen la piel muy oscura
"Es evidente que algo pasó hace 60.000 años", dice el científico mallorquín Quintana-Murci desde su laboratorio del Instituto Pasteur. "Primero, fue justo cuando el ser humano moderno se extendió por toda África; segundo, fue la fecha de su primera migración desde África por el sur de Asia hasta Australia, como mostró nuestro propio grupo hace 10 años. Y ahora vemos que fue también cuando empezó en África la divergencia entre los pigmeos y sus actuales vecinos agricultores", continúa.
La hipótesis alternativa era que los pigmeos de unas zonas y otras fueran un caso de convergencia evolutiva, es decir, adaptaciones independientes al estilo de vida de cazadores-recolectores y al clima de los bosques tropicales. Venía reforzada por el hecho de que los pigmeos tienen lenguajes distintos. Pero los nuevos datos la descartan por completo, e implican que los pigmeos -grupo étnico que se caracteriza por tener en la edad adulta una estatura inferior a 1,50 metros, piel muy oscura y cabello rizado- han adoptado la lengua de sus vecinos actuales o pasados.
Pigmeo no es exactamente un término técnico. "A menudo tiene connotaciones racistas", explica Quintana-Murci. "El racismo no es sólo de blancos contra negros; los pigmeos suelen sufrirlo de sus vecinos agricultores". Además, también se denomina pigmeos a varios pueblos del sur de Asia, de piel oscura y corta estatura, no incluidos en el estudio. "No creo que los denominados pigmeos de Indonesia y Filipinas tengan un origen común con los africanos", dice Quintana-Murci. "Es más probable que, es este caso, sí se trate un fenómeno de convergencia, adaptaciones independientes al mismo estilo de vida, pero de cualquier forma no tenemos datos sobre ellos".
Varios tipos de evidencia indican que el África subsahariana fue repoblada recientemente, hace unos 4.000 años, en una gran oleada migratoria originada en la zona de Nigeria y Camerún. Esta oleada extendió por el continente los lenguajes bantúes, el sedentarismo y la agricultura. Las poblaciones aisladas y separadas de pigmeos, como las de bosquimanos (los san, los hadzabe), son las islas de antiguos pobladores africanos que persisten en el océano bantú.
"La agricultura y el ganado implican la coexistencia con una nueva batería de agentes patógenos", explica Quintana-Murci. "Lo que estamos haciendo ahora es comprobar si los genes del sistema inmune difieren entre los pigmeos y sus vecinos agricultores". Sería una fuerte prueba de adaptación genética.
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