Reino Unido investiga la venta ilegal de leche de vacas clonadas
El Europarlamento prohíbe los productos de animales fruto de 'copia' biológica
La Agencia de Estándares Alimenticios (FSA en sus siglas en inglés) de Reino Unido confirmó ayer que está investigando las informaciones de que al menos en una granja británica se está vendiendo leche procedente de vacas clonadas. Según la legislación europea, la venta de leche ordeñada de animales clonados está condicionada a una autorización expresa, y las instituciones británicas no han recibido hasta ahora ninguna petición en ese sentido.
El caso ha sido desvelado por el diario estadounidense The International Herald Tribune en un reportaje sobre el uso de animales clonados en Europa. En él aparece un granjero británico que desea mantener el anonimato "porque el público británico considera que la clonación es algo desagradable y dejaría de comprarle leche". Las vacas clonadas son capaces de generar entre un 30% y un 40% más de leche que las vacas convencionales, según algunos expertos; aunque para ello hace falta que sean copias de un animal que ya tuviera esa cualidad, ya que solo el hecho de la clonación, sin incorporar genes -lo que la convertiría en transgénica-, no tiene la capacidad de modificar las características de un animal.
La comercialización de los "nuevos alimentos" requiere autorización oficial
Según la legislación europea, los productos alimenticios producidos con animales clonados han de superar un examen que determina si su consumo es seguro antes de poder llegar al mercado. "Desde 2007, la interpretación que hace la FSA es que la carne y otros productos procedentes de animales clonados y de sus descendientes son considerados nuevos alimentos y han de ser autorizados antes de llegar al mercado", explicó ayer un portavoz de la agencia británica.
"La agencia no ha recibido ninguna petición relativa a animales clonados y por lo tanto no ha dado ninguna autorización. Por supuesto, la agencia va a investigar las informaciones sobre la entrada de nuevos alimentos en la cadena alimentaria", añadió.
La noticia ha causado preocupación entre los activistas que se oponen a la clonación de animales. Peter Stevenson, del grupo Compassion in World Farming, declaró: "Estoy extraordinariamente preocupado. La FSA debería actuar de inmediato para encontrar el rastro de esa leche y retirarla de las tiendas. La clonación de animales acarrea un gran sufrimiento", dijo. Esto se debe a que con las técnicas actuales hace falta usar muchos embriones antes de obtener uno que llegue a adulto. Los demás o no se desarrollan o dan lugar a crías con graves malformaciones que mueren a los pocos días.
En el reportaje se menciona también el caso de Got, un toro clonado propiedad de la familia Guardiola, criadores de toros de lidia desde hace generaciones. El reportero explica que Got no está destinado ni a morir en la plaza ni a convertirse en filete o en estofado, sino a procrear. Según el periodista, los hijos naturales de este toro clonado pueden alcanzar un precio de venta de en torno a 1,5 millones de euros cada uno. Sin embargo, el Parlamento Europeo acaba de votar a favor de prohibir la venta de carne o leche de animales clonados o de sus descendientes.
En Estados Unidos es legal desde 2008 la venta de ganado vacuno, cabras y cerdos clonados y sus descendientes, pero no las ovejas clonadas, aunque sí sus descendientes. Las autoridades han pedido a los productores que durante un tiempo no introduzcan directamente animales clonados en la cadena alimentaria para realizar una transición ordenada. Se trata, por tanto, de una moratoria voluntaria, pero no de una prohibición.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.