Obama aumenta la financiación de la lucha contra el sida
La Casa Blanca dedicará 50 millones de dólares (37 millones de euros) adicionales a tratamiento gratuito para los 1'2 millones de norteamericanos que están infectados por el virus en EE UU.
En una época en la que el Congreso de Estados Unidos busca recortes en casi cualquier partida de gasto social, el presidente Barack Obama anunció este jueves, aprovechando el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, una cuantiosa inyección de dinero en los programas gubernamentales destinados a combatir la epidemia causada por el Virus de la Inmunodeficiencia Humana (VIH). La Casa Blanca dedicará 50 millones de dólares (37 millones de euros) adicionales a tratamiento gratuito para los 1'2 millones de norteamericanos que están infectados por el virus en EE UU.
Además, el gobierno de EE UU, el país que más dinero destina a la lucha contra el sida en otros países, se comprometió ayer a ofrecer, en los próximos dos años, antirretrovirales a seis millones de personas infectadas por el virus y a 1'5 millones de mujeres seropositivas embarazadas, para evitar la transmisión a sus hijos; a circuncidar voluntariamente a 4'7 millones de varones en África para dificultar la expansión del virus, y a distribuir más de 1.000 millones de preservativos -la única forma conocida de prevenir la infección- en los países que carezcan de ellos.
Obama, en un discurso en un foro celebrado aquí en Washington para celebrar el Día Mundial de la Lucha contra el Sida, pidió a los ciudadanos que no piensen que la guerra contra la epidemia está ganada, a pesar de las recientes cifras de estancamiento en el número de infecciones. "Dado que las nuevas infecciones entre jóvenes, afroamericanos y homosexuales han aumentado en un 50% en los pasados tres años, debemos hacer más por demostrarles a esos grupos que sus vidas nos importan", dijo. "Si miramos al pasado, veremos que ningún otro país ha hecho tanto como nosotros en la lucha contra el sida".
El virus que causa la enfermedad del sida se identificó por primera vez hace tres décadas. Aunque no hay una cura, los nuevos tratamientos son eficientes en demorar o evitar que las personas infectadas por el VIH desarrollen la enfermedad. Cada año, 50.000 nuevos norteamericanos se infectan del virus. A nivel mundial, esa cifra aumenta hasta los 2.6 millones, según la organización Avert. Mueren, anualmente, 1'8 millones de personas que han desarrollado la enfermedad, que debilita al sistema inmune y facilita la muerte por otras enfermedades parasitarias. Son 33 millones de personas los que viven con el virus en el planeta.
Hay un presidente al que activistas y políticos reconocen como uno de los que más esfuerzos ha dedicado a la lucha contra el sida. Se trata de George W. Bush, a quien el propio cantante Bono, uno de los mayores defensores de la causa, ha reconocido como uno de los máximos benefactores de la lucha contra la epidemia. "No es algo fácil de asimilar. Pero [su mandato] fue excelente", dijo el cantante sobre él recientemente, en el programa televisivo The Daily Show. "George luchó muy valientemente por la causa. América hoy en día tiene cinco millones de personas que aun están vivas gracias a medicamentos [distribuidos por Bush]".
Bush creó en 2003 un fondo para ayudar a los 15 países más afectados por la epidemia (12 de ellos están en África). Lo dotó, inicialmente, de 15.000 millones de dólares, y logró que el Congreso aumentara esa financiación hasta 48.000 millones en 2008. "Debemos seguir apoyando programas que den resultados y salven vidas", dijo ayer Bush, advirtiendo contra recortes presupuestarios en este ámbito. El presidente compareció en el evento de celebración del Día Mundial de la Lucha contra el Sida vía satélite, desde Tanzania, donde se halla de visita.
Uno de los mayores cambios que los infectados por el VIH en EE UU están experimentando en su día a día procede de la reforma sanitaria aprobada por Barack Obama en 2010. Desde que esta entrara en vigor, ninguna aseguradora privada puede rechazar costear el tratamiento a pacientes infectados por considerar el VIH como una condición preexistente. Antes sí que podían hacerlo: un paciente infectado que contratara una nueva póliza de seguro médico se veía obligado a costearse su propio tratamiento. Según un informe del gobierno de EE UU, el coste de tratar la infección del virus, a lo largo de toda la vida de un paciente, es de 355.000 dólares.
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