Mujer, inmigrante y menor
Es la testigo protegida del caso, la víctima. Como tal, poco se sabe de ella, salvo que tiene 15 años, es ecuatoriana y vive con su madre en Sant Andreu de la Barca, en el que fuera cinturón rojo de Barcelona. Ese municipio acoge el acuartelamiento más grande que tiene la Guardia Civil en Cataluña y muy cerca están dos de las mayores prisiones catalanas.
La noche del 19 de octubre, la adolescente desobedeció a su madre y se fue con sus amigas de fiesta. Acudió muy tarde. Tanto, que al día siguiente no estaba en condiciones de ir a declarar al juzgado de Sant Boi de Llobregat. La madre sí acudió. Pero para disculparla ante el juez.
Sus hábitos de vida siguen siendo los mismos y no ha dejado de salir de noche, dice el juez, "lo que indudablemente le valdrá para recuperar su normalidad y felicidad habituales". Todo aparenta que es una chica muy madura, física y mentalmente.
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