Holanda prohibirá el 'burka' en escuelas y centros oficiales
Con esta medida, el Gobierno quiere mejorar la comunicación ciudadana
El Gobierno de centro-izquierda holandés va a prohibir el uso del burka, el velo musulmán que cubre todo el cuerpo y deja una rejilla de tela para los ojos, en escuelas y centros oficiales. También se impedirá portar niqab, otro tipo de velo que sólo deja libres los ojos.
El Gobierno sostiene que la medida pretende mejorar la integración y la buena comunicación ciudadana. Tampoco se podrán llevar en esos lugares públicos pasamontañas, capuchas y cascos de moto con visera que oculten la cara. La decisión modifica los planes del anterior Ejecutivo, de centro-derecha, que acordó impedir esos velos también en la calle por razones de seguridad nacional, aseguraban.
Estarán permitidos los velos que no tapan totalmente el rostro
Con la nueva coalición democristiana y socialdemócrata, surgida de las elecciones legislativas de noviembre de 2006, la medida se ha recortado. De ahí que la presencia de mujeres musulmanas cubiertas de pies a cabeza con burka o niqab no vaya a ser prohibida, a no ser que quieran dedicarse a la docencia, o bien aspiren a un empleo en instituciones públicas que conlleven el servicio ante el contribuyente. En ese caso, deberán despojarse de ambas prendas mientras trabajen y, una vez concluida la jornada laboral, podrán recuperarlas. La prohibición incluye a las escolares durante las horas lectivas. El resto de los velos (hiyab, shayla o chador), que no tapan por completo el rostro, no han sido vedadas.
Aunque en Holanda sólo llevan burka o niqab unas 50 mujeres musulmanas, según cálculos oficiales, el debate sobre la prohibición acecha al Gobierno desde 2004. Ese año, el asesinato del cineasta Theo van Gogh a manos de un joven radical holandés de origen marroquí tensó la convivencia. En Holanda viven un millón de musulmanes dentro de un total de 16 millones de habitantes, y el temor a la radicalización alcanzó tanto el ámbito público y como el privado.
En ese contexto, el Congreso apoyó en 2005 una moción para impedir el uso del burka en público. Un año después, el Gobierno acordaría prohibirlo por razones de orden público sin que el pacto llegara a entrar en vigor. Tras los comicios de 2006 y con una nueva coalición en el poder (que ha mantenido al mismo primer ministro cristianodemócrata, Jan Peter Balkenende) se ha subrayado la necesidad de relacionarse a cara descubierta.
"En un país con libertad de religión tiene que haber espacio para el burka. No estoy a favor de que se impida su uso, pero las que lo lleven deben saber que ello acarrea una serie de consecuencias laborales. Yo mismo entiendo que para ciertos empleos no es apropiado", por ejemplo cuando, "el contacto con el público es esencial para desempeñar una labor", decía ayer Dris el Boujoifi, portavoz del organismo que sirve de enlace entre la comunidad musulmana y el Gobierno. Otras instancias dedicadas a promover el Islam en Holanda, sin embargo, creen que el problema de estos velos no es acuciante ni merece tanta atención.
A falta de que el gabinete haga pública su decisión la próxima semana, tanto la extrema derecha, representada por el Partido para la Libertad, como los liberales de derecha, han optado por mostrarse "indignados". Ambos abogan por una prohibición en público del burka.
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