Datos para la preocupación
El mejor indicador de los fallos de la educación sexual es el número de abortos en adolescentes o jóvenes. Los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística indican que en 2008 interrumpieron voluntariamente su embarazo 475 menores de 15 años, y otras 14.464 chicas de 15 a 19 años. La inmensa mayoría alegó riesgo para la salud -física o psíquica- de la madre, lo que apunta a que hubo al menos una relación desprotegida. Ellas representaron un 13,8% de los abortos que se practicaron ese año en España.
En 2009, según datos del Ministerio de Sanidad, tanto el número total de interrupciones como el porcentaje que representan las jóvenes sobre el total bajaron (fueron el 12,74% de 111.482, es decir, 14.203). Aunque el ministerio atribuyó el descenso a la libre dispensación de la píldora del día siguiente, esto no sucedió hasta septiembre. Por eso hay que tener en cuenta otros factores, como un menor número de mujeres inmigrantes que abortan.
El de los abortos no es el único indicador de que algo falla en la educación sexual de los jóvenes y adolescentes. Aunque las cifras son parciales, porque solo corresponden a 15 comunidades autónomas, otra pista que muestra que la educación sexual no cala es el de casos de VIH. En 2004, se diagnosticaron 25 nuevas infecciones entre menores de 19 años; cinco años después, en 2009 -último con datos en el Instituto de Salud Carlos III-, los diagnósticos fueron 32. Las cifras no son muy altas en términos absolutos, pero si se tiene en cuenta que a esas edades la principal vía de transmisión -si no la única- son las relaciones sexuales sin protección, indica que no hay un avance. Esta idea se confirma con los datos de centros sanitarios como el Sandoval de Madrid, que recoge un importante aumento de enfermedades de transmisión sexual entre sus usuarios.
En la misma dirección apunta una encuesta hecha en 2010 online por el fabricante de preservativos Control. En ella, un 34% de los jóvenes afirmaba que había tenido que recurrir a la píldora del día siguiente.
En 2005, la Encuesta Daphne de sexualidad y anticoncepción de la juventud española iba en la misma dirección: un 28% de los jóvenes de 14 a 24 años no usaba ningún método anticonceptivo seguro.
Así que, quizá, a algunos en clase les cuenten la teoría, pero, desde luego, falla la práctica.
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