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Benigno Blanco: "El aborto legal es violencia de género"

Carmen Morán Breña

La subcomisión que debe estudiar la reforma de la ley del aborto se estrenó ayer con la comparecencia de Benigno Blanco, presidente del Foro Español de la Familia, un habitual en la defensa de las causas más conservadoras. Llamado por el PP para exponer su opinión en el Congreso, abogó por proteger al no nacido igual que al nacido y opinó que el aborto legal "se ha convertido en una forma de violencia de género". Su despenalización, manifestó, no es más que una "solución machista" que hace al hombre "irresponsable de su conducta sexual".

Nunca recomendaría el aborto, dijo, ni aun en el caso de un feto inviable que naciera muerto o fuera a morir en pocas horas, pero recomendó un plazo máximo para el llamado aborto terapéutico con dictámenes emitidos por la sanidad pública. Lo que defiende Blanco es una moratoria que algunos grupos europeos han pedido a Naciones Unidas para que no se practiquen interrupciones de embarazos. ¿Debió haberse acogido el PP a esa moratoria cuando gobernó? Sí, contestó Blanco.

Puerta cerrada

Lo hizo a puerta cerrada, como Justa Montero (Coordinadora de Organizaciones Feministas), propuesta por IU, y Marisa Soleto (Fundación Mujeres), que defendieron el aborto como un derecho de la mujer y abogaron por su despenalización. "La mujer siempre que aborta lo hace en función de una causa y es quien ha de decidir. Las mujeres tienen capacidad ética y moral para emitir juicios y opiniones", expuso Montero. Esta opinión se traduciría en un plazo de unas semanas para abortar sin necesidad de argumentar causa alguna. "Después, debe haber plazos sanitarios, y normalizarse en la sanidad pública".

Marisa Soleto, a propuesta del PSOE, enmarcó la futura ley del aborto en un contexto sanitario y de igualdad entre hombres y mujeres, "tal y como se recoge en las recomendaciones de los organismos internacionales". A su parecer, la ley debe estar ligada a la prevención de embarazos no deseados. "Una ley que garantice un igual acceso al aborto en todas las comunidades y respeto a la libertad de conciencia, así como apoyos suficientes para quienes no quieran abortar".

Mientras, fuera del Congreso, voluntarios de la plataforma Derecho a Vivir mostraban su oposición al aborto con una representación en la que se vieron, por ejemplo, muñecos en bolsas que simulaban a fetos muertos.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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