BP ofrece indemnizaciones a los Estados afectados
La petrolera concede a los Estados de Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida 77 millones de euros
A pesar de que la mancha de petróleo que amenaza las costas del Golfo de México todavía no ha tocado tierra, la empresa responsable de la plataforma que se hundió el pasado 20 de abril, British Petroleum , teme que eso cambie en un breve espacio de tiempo. Según reveló ayer ante el Congreso de EE UU, la petrolera ha concedido a los cuatro Estados afectados (Luisiana, Misisipi, Alabama y Florida) 77 millones de euros en ayudas para limpiar las playas y zonas costeras. Según la Guardia Costera, la marea negra se encuentra a unos 48 kilómetros de las costas del Golfo.
El martes, trabajando contrarreloj, BP logró colocar una válvula de sellado sobre una de las tres fisuras de la tubería por las que emana el petróleo al mar. El jefe de operaciones de la empresa, Doug Stilles, dijo en conferencia de prensa que esa válvula logró cubrir una parte de la tubería, a 1.500 metros de profundidad. Ahora les corresponde a unos robots submarinos cerrar el mecanismo que impediría el flujo del líquido, una tarea que requiere un elevado grado de precisión.
Cuando la plataforma se hundió, la tubería por la que extraía el petróleo se rompió por tres partes. Hay, en este momento, tres boquetes, por los que emana el crudo almacenado en las reservas naturales a 5.400 metros bajo el lecho marino. Hoy, miércoles, técnicos de la empresa comenzarán el transporte de una campana de 12 metros de altura, construida con cemento y acero, con la que cubrirán otro de los boquetes en la tubería. El viaje, desde la localidad costera de Port Fouchon, durará unas 12 horas. Si su colocación ayuda a retirar el crudo y se puede conseguir el cierre de la válvula, BP construirá una segunda campana para cubrir la última de las tres fisuras.
La empresa -que se ha responsabilizado del vertido, ocurrido en una plataforma que operaban las subcontratas Transoceanic y Haliburton- ha anunciado que compensará a los vecinos y trabajadores de las localidades costeras afectadas, en concepto de daños y perjuicios. El martes, además, envió a su director ejecutivo, Tony Hayward, a Washington a informar de las tareas de limpieza a un grupo de legisladores de la Cámara de Representantes y el Senado.
Ante ellos, Hayward expuso los peores temores de su compañía: que la mancha que en este momento ocupa aproximadamente 6.000 kilómetros cuadrados multiplique su superficie por 10. Es decir, que las fisuras pasen a liberar unos ocho millones de litros diarios, frente a los 795.000 actuales. A ese ritmo, el vertido de la plataforma Deepwater Horizon superaría ampliamente al de Exxon Valdez, en las costas de Alaska, en 1989.
Las primeras imágenes de satélite mostraban una mancha de una superficie de 8.800 kilómetros cuadrados, que se ha ido reduciendo paulatinamente. Greenpeace considera que se debe, en parte, al hecho de que BP haya esparcido un químico diluyente con la ayuda de un avión de los Marines, fletado desde Ohio, lo que ha ayudado a disminuir la concentración del crudo en superficie pero que lo mantiene intacto en el fondo marino.
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