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Reportaje:

Acoso telefónico al moroso

Las prácticas agresivas para el cobro de deudas se han triplicado en los últimos dos años - Algunas empresas recurren incluso a prácticas ilegales

- ¿Es usted Aurora M.? Llamo de la empresa de gestión de cobro de su banco. ¿Sabe por qué le llamo?- Mire, pues no exactamente, porque me llaman ustedes 12 veces al día desde hace tres meses, y unas veces me reclaman una deuda que no tengo y otras es para disculparse.

Aurora se niega a pagar los 20 euros que le reclaman por haberse suscrito a una revista. Canceló la suscripción por fax el pasado 30 de septiembre. Al poco empezaron las llamadas acosadoras. El banco le reclama unos supuestos intereses del 1 al 13 de octubre. "Es una bestiada, pero además no es verdad y me niego a pagarlos. Cuando mi madre me dice que pague y me olvide, me sublevo aún más, porque me pregunto que si hacen esto conmigo qué no harán con las personas mayores".

Las quejas a las organizaciones de consumidores se multiplican
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Los testimonios de afectados y las denuncias realizadas por empresas defensoras de los consumidores y por la Agencia de Protección de Datos revelan que algunas empresas de gestión de cobro acosan a deudores o sólo supuestos deudores con una decena de llamadas diarias programadas a partir de las ocho de la mañana. Otras veces se saltan la ley de protección de datos y amenazan a personas mayores con informar a los parientes si no pagan, o incluso llaman por teléfono a los vecinos informándoles de la deuda.

Las asociaciones de consumidores alertan del aumento de estas prácticas. Generalmente se trata de pequeñas cantidades reclamadas por empresas que no dan servicios al consumidor, que le pueden cortar el suministro por el impago (la luz o el gas), sino relacionadas con préstamos de bancos y otras entidades financieras de crédito. Las quejas gestionadas por estos abusos por la federación de consumidores Facua se han triplicado a lo largo de los dos últimos años, señala un portavoz. Las reclamaciones a la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) se han multiplicado por ocho sólo en enero.

Los sectores que más denuncias y sanciones han recibido en los últimos años por parte de la Agencia de Protección de Datos son el de las compañías de telecomunicaciones y las entidades financieras, según un portavoz. Los principales motivos de reclamaciones son por la inclusión de usuarios en listas de morosos y las altas fraudulentas. En el último año se han incrementado. Una de las resoluciones sobre esta cuestión, de 2008, acabó con una multa de 12.000 euros para la empresa Aslenga de la marca comercial El Torero del Moroso. Ésta llegó incluso a enviar faxes a las empresas en las que trabajan los deudores reclamándoles la deuda, vulnerando la ley de protección de datos.

Ramón de la P. recibe continuamente cartas de una empresa de préstamos rápidos por una supuesta deuda que dejó un ex inquilino de una vivienda de su propiedad. "Como no estoy, llaman a los vecinos, les cuentan que el del 5º G tiene una deuda y les piden que dejen una nota por debajo de la puerta", relata. También ha sufrido un caso en sus carnes. Hace unos meses, un banco le reclamó una deuda de algo más de 1.000 euros por intereses de una cuenta corriente que se dejó abierta en Granada hace 14 años. Se quedó perplejo. Vive en Sevilla desde 1996. Puso una reclamación a través de Facua y no le han insistido.

"Las empresas de gestión del cobro de deudas pertenecen algunas veces a las entidades bancarias y otras suscriben un contrato con ellas. Algunas prácticas abusivas se basan en molestar al usuario usando técnicas reprobables", dice un portavoz de Facua. "En los casos más extremos, incluso le mienten, amenazándole con que va a ir a la cárcel. Y a muchas personas, sobre todo mayores, les advierten de que van a llamar a sus hijos para contarles la deuda y que respondan de ella". Estas empresas, dicen las asociaciones de consumidores, se saltan el protocolo, que consiste en que, cuando un usuario presenta una reclamación, no se le puede seguir exigiendo el pago durante su tramitación. "Hay que tener en cuenta, además", añade el portavoz de Facua, "que uno de los grandes beneficios de la banca lo obtiene con el cobro de las comisiones de demora. El retraso de pocos días es un negocio para los bancos".

Con la crisis económica, la morosidad se ha disparado. En 2007, el porcentaje de ésta sobre el total de los créditos suponía el 0,72%, mientras que el pasado mes de noviembre alcanzó el 5,05%, según el Banco de España. En el caso de las financieras, la mala situación económica ha elevado la mora al 9,79% sobre el total del crédito, según los mismos datos.

Aún si la deuda es cierta, no todo vale para cobrar. "En enero ha habido un aumento de las reclamaciones registradas como acoso para lograr un cobro. Un fenómeno que puede aumentar, ya que se prevé que el índice de morosidad va a ser mayor", indica la portavoz de la OCU. "El consumidor no sabe cómo actuar. Las empresas llegan a llamar a vecinos, e incluso al trabajo, algo denunciable a la Agencia de Protección de Datos", añade.

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