24 meses pagados para los padres de niños enfermos
Trabajo promete la ayuda desde enero pero el decreto saldrá un mes después
Los padres de niños gravemente enfermos y hospitalizados tendrán derecho a un permiso retribuido por la Seguridad Social de hasta 24 meses, según anunció ayer el secretario de Estado de la Seguridad Social, Octavio Granado. Esta iniciativa fue presentada por el grupo parlamentario de Convergència i Unió en el tramo final de la aprobación de los Presupuestos Generales del Estado para 2011, afectará a unas 3.000 familias y viene a satisfacer la reiterada petición de las asociaciones de padres de niños con cáncer. Un informe de la Fundación Mujer, Familia y Trabajo ha dado soporte técnico a la medida.
El mencionado informe destaca que la primera causa de imposibilidad de conciliar trabajo y empleo es, precisamente, la enfermedad de los hijos, seguida a mucha distancia de la falta de coordinación entre los horarios laborales y escolares y de las largas vacaciones en la enseñanza.
El informe avala la veracidad de un dato aportado por la portavoz de Convergència, Contxita Tarruella, para frenar las reticencias iniciales del Gobierno y es que no supondrá un coste gravoso para las arcas públicas, ya que hasta ahora la gran mayoría de los padres solicitaban -y obtenían- bajas por depresión mientras duraba la hospitalización de los hijos. "No es que cometieran exactamente un fraude", señala la portavoz de CiU, "porque era una situación injusta que había que resolver, pero al menos sí se le puede llamar irregularidad". "Lo peor de esta situación", añade el informe de Familia, Mujer y Trabajo, es que esta anomalía generaba tal grado de estrés en los padres que "acababan deprimidos de verdad y necesitados de medicación".
La página web del Ministerio de Trabajo fija en el 1 de enero de 2011 la entrada en vigor de la ayuda, pero Granado adelantó ayer que no se publicará hasta febrero, aunque con efectos retroactivos, ya que se precisa modificar la Ley General de la Seguridad Social y el Estatuto de los Trabajadores, así como reunir la documentación necesaria: informe del pediatra, duración previsible de la hospitalización -o justificación médica de que son necesarios cuidados constantes en el domicilio-, demostración de que ambos cónyuges trabajan y estar al día en la cotización a la Seguridad Social.
El reglamento que desarrollará el decreto incluirá un catálogo de las enfermedades susceptibles de acogerse a esta medida y los periodos mínimos y máximos que, según los protocolos clínicos, demande su tratamiento.
Dolores Carrillo, una de las autoras del informe de la Fundación Mujer, Familia y Trabajo, ha explicado que los progenitores podrán acogerse a la suspensión del contrato de trabajo a tiempo completo o a una reducción de jornada de al menos un 50%, una modalidad que podrá atribuirse a uno de los padres, o bien, con determinadas condiciones, a ambos de forma simultánea o compartida.
Blanca López-Ibor, pediatra oncológica y una de las impulsoras de esta medida, cree que es "un derecho del niño" contar con la atención de sus padres cuando se encuentra enfermo, y resalta la injusticia de tener que afrontar "un momento tan doloroso como es la enfermedad de un hijo renunciando al trabajo, acogerse a una excedencia o pedir una baja laboral, en la mayor parte de los casos por depresión, para hacerse cargo de sus niños enfermos sin que la Administración vele por ellos".
CiU recibió ayer con críticas la entrada en vigor del decreto en febrero porque la retroactividad en una baja laboral ha generado "gran confusión entre los padres afectados", señaló la impulsora de la reforma, la diputada Contxita Tarruella, quien además entiende que es "muy difícil asumir una baja por un motivo concreto antes de que esté regulado".
La reforma obedece a una recomendación de la Unión Europea del pasado 8 de marzo, y ha sido adoptada por la mayoría de los países miembros.
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