"El pensamiento negativo de los directivos es el veneno de las empresas"
El manejo consciente de la mente es clave para el éxito profesional
Se ha demostrado que los pensamientos generan emociones -existen más de 7.000 diferentes-, las cuales determinan el comportamiento humano y, por ende, el resultado final de las acciones que se pretendan llevar a cabo. En el ámbito de la empresa, este tipo de conocimientos está entrando a través del coaching especializado en Programación Neurolingüística (PNL).
Entre los consultores de referencia, destaca Maite Barón (Barcelona, 1965), directora de la compañía con sede en Londres Building Visionary Organisations, especializada en formación en PNL para empresas y directivos, que cuenta con clientes como Reuters, BT, Carat, Warner Bross y L'Oreal.
Pregunta. ¿Qué perfil psicológico tienen los directivos de las grandes empresas que asesora?
Los líderes que piensan positivamente están dando el primer paso para conseguir los objetivos que persiguen sus compañías"
Respuesta. El denominador común es que suelen estar demasiado apegados a su identidad profesional: confunden lo que hacen con lo que son y así, cuando no trabajan, se sienten incómodos consigo mismos. También creen que no pueden cometer errores, y este miedo provoca que dejen de lado la innovación. En general, asocian la causa de sus dolores de cabeza empresariales con factores externos, cuando en realidad estos proceden, sobre todo, de sus propias mentes.
P. ¿Cómo funciona la mente?
R. La mente humana es un instrumento con un enorme potencial, pero se suele mal utilizar debido a lo complejo que resulta su funcionamiento. Normalmente, los pensamientos se disparan de forma reactiva e inconsciente. Y, dado el mundo actual, en el que se destaca lo negativo, suelen tender hacia la negatividad, la cual desgasta gran parte de la energía que se necesita para trabajar.
P. ¿Qué les aconseja a los empresarios para que puedan ser dueños de sus pensamientos?
R. Lo primero es que hagan consciente su proceso mental. Tienen que estar atentos a lo que está sucediendo para no reaccionar impulsivamente. La realidad exterior es como es y no hay más remedio que aprender a aceptarla. En vez de perder el tiempo quejándose por los problemas, pueden centrarse en aprovechar las oportunidades existentes.
P. ¿Qué consecuencias tienen los pensamientos negativos para las empresas?
R. Las empresas se crean y desarrollan a partir de las decisiones que toman sus líderes. Si estos no son dueños de sus pensamientos, serán víctimas de distorsionar la realidad, lo que condicionará la toma de decisiones y, por tanto, el rumbo que tomen sus organizaciones. Dada la infalible cadena de causa y efecto, el pensamiento negativo de los directivos se convierte en el veneno de las empresas: las falsas creencias fundamentadas en el miedo a lo nuevo es lo que precisamente limita su evolución y crecimiento.
P. ¿Cómo pueden los directivos iniciar el proceso de cambio?
R. Todo comienza al tomar conciencia de que pueden elegir los pensamientos que quieren tener. Si piensan positivamente, por ejemplo, estarán dando el primer paso para conseguir los objetivos que persiguen. Hacer buen uso del lenguaje, por otro lado, es fundamental. Ser consciente de cómo hablan, de cuáles son sus creencias, de lo que les mueve a hacer lo que hacen... Se trata de conocerse a fondo y de observarse: así potenciarán su inteligencia emocional. Y no se trata de otra creencia. Siempre les animo a que lo verifiquen a través de su propia experiencia.
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