Una historia para el choque de civilizaciones
El año del ataque a Pearl Harbour nació Paul Theroux, cuya vida de aventurero empedernido y de Indiana Jones de las letras norteamericanas tiene mucho de cinematográfica, pero aun así resulta más anodina que su literatura, siempre escrutando el bestiario humano, siempre coleccionando tentaciones cosmopolitas, describiendo sus personajes con la meticulosidad y la lucidez de un detective privado, pues aunque su admirado William Somerset Maugham dejó escrito que "Scheherezade habría perdido la cabeza muy pronto si se hubiera detenido en el carácter de las personas de las que hablaba en vez de fijarse en las aventuras que corrían" ('El arte de la ficción'. Diez grandes novelas y sus autores, Tusquets, Barcelona, 2004, página 31), Theroux sabe que las aventuras que corren sus criaturas dependen del carácter que profesan, de su actitud ante un mundo ajeno y beligerante, de su identidad y su dialéctica para hacerla valer ante la del otro.
Elefanta Suite
Paul Theroux
Traducción de Miguel Martínez-Lage
Alfaguara. Madrid, 2008
368 páginas. 18,50 euros
Elefanta Suite es el espléndido nuevo libro del autor de ese clásico de la literatura de viajes que es El gran bazar del ferrocarril (1975), y de esa novela prematura de las utopías ecologistas, La Costa de los Mosquitos (1982), que encarnó en el cine Harrison Ford. Tres nouvelles independientes pero entrelazadas sitúan al lector en la India contemporánea, desmitificada y vista a través de los ojos de turistas y ejecutivos occidentales cuya idiosincrasia ingenua y prepotente a un tiempo queda puesta de manifiesto al enfrentarse a la de los personajes vernáculos, retratados con el paisaje de fondo de un poscolonialismo de perspectiva occidental, que contrasta con el poscolonialismo de mirada autóctona que el lector puede encontrar en valiosas novelas contemporáneas como El dios de las pequeñas cosas (1997), de Arundhati Roy, o El Palacio de Cristal (2000), de Amitav Ghosh, ficciones críticas escoradas hacia discursos eclécticos, revisionistas y antiimperialistas. En esa India equivocada -porque ya no es aquel confín exótico que un día idealizó una élite como la de Hermann Hesse o Pierre Loti, sino una porción color azafrán de nuestro mundo globalizado- y maldita -porque refleja lo más siniestro de nuestra condición de occidentales-, Theroux sitúa sus tres historias de perversa ansiedad espiritual, degradación carnal y transformación anímica. 'Monkey Hill', el drama de un matrimonio americano acaudalado que agrava su crisis conyugal dejándose seducir por el halo perturbador del personal de su hotel spa, entre islamistas en pie de guerra, monos acechando la piscina y la estúpida idea de que su dinero les protegerá del peligro de lo ignoto; 'La Puerta de la India', las vidas cruzadas de un abogado de Boston, divorciado y neurótico, fascinado por la India, y un abogado de la secta jainista convertido al capitalismo consumista en Boston, y 'El dios elefante', el particular bildungsroman de la joven estudiante Alice sola en el funesto Bangalore, al que llega rezongando que "desde lejos, la India era el esplendor. Desde cerca, era pura miseria". Elefanta Suite reúne así, en tres magníficas narraciones habitadas por trenes, hoteles, nativos, turistas e ironía, como todas las suyas, muy finas especulaciones acerca de la condición humana moviéndose en un medio que un día fue idílico y hoy es ya hostil, reúne ficciones muy reales acerca del Yo (de nuestros complejos y vanaglorias) frente al Otro, ficciones de la alteridad, ficciones que presagian e inflaman el choque de civilizaciones.
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