Los empresarios piden elecciones ya

Los empresarios españoles no ven que la economía mejore y creen que la política económica del Gobierno dista de ser la adecuada. Su pesimismo acerca del vigor de la recuperación les lleva a pedir al presidente del Gobierno que no agote la actual legislatura. Entienden que adelantar las elecciones generales -previstas inicialmente para marzo de 2012- sería la decisión más correcta. La mayoría de los directivos consideran que el mejor resultado de esos comicios sería un cambio del partido en el poder. Estas son las principales conclusiones de la última edición del Barómetro de Empresas de EL PAÍS, correspondiente al primer semestre de 2011. Una encuesta que elabora Deloitte sobre una muestra de 232 compañías, entre ellas casi la mitad de las sociedades del Ibex 35, que abarcan todos los sectores y cuya facturación conjunta supera el billón de euros y emplean a más de un millón de personas.

El 68,7% califica de mala o muy pala la gestión económica del Ejecutivo

La política de pensiones es la mejor valorada, la laboral la peor

Cuatro de cada diez sociedades sufre retrasos en los pagos de la Administración

Los directivos creen que BCE no debería subir más los tipos este año

El resultado de las elecciones autonómicas y municipales celebradas el pasado mes de mayo supuso un importante vuelco en el mapa del poder político en favor del Partido Popular (PP). Tras el veredicto de las urnas, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reiteró su compromiso de agotar la legislatura con el objetivo de profundizar en las reformas económicas y calmar la presión que los mercados ejercían en ese momento sobre España.

El recrudecimiento de la crisis de deuda griega, sin embargo, ha vuelto a ampliar el diferencial entre lo que paga España por su deuda y la rentabilidad que los inversores piden a Alemania. Esta ratio, conocida como prima de riesgo, se ha relajado algo tras el acuerdo alcanzado por el pasado jueves por los líderes de la eurozona para conceder nuevas ayudas a Grecia, pero sigue en zona de máximos (294 puntos básicos) desde que el euro echó a andar. La percepción de mayor riesgo por parte de los mercados no solo encarece las emisiones de deuda pública realizadas por el Tesoro, sino que dispara los costes de financiación de las compañías españolas.

En este contexto político y económico, el 67,5% de las empresas que han participado en el Barómetro considera que se deberían adelantar las elecciones generales, frente a un 18,9% que cree que es mejor agotar la legislatura (el 13,6% restante no sabe o no contesta). Las respuestas las ha recopilado Deloitte entre el 15 de junio y el 19 de julio pasados.

Una vez que Zapatero ha hecho pública su intención de no presentarse a un tercer mandato, y tras la debacle electoral de mayo, el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) ha acelerado la maquinaria para presentar un nombre de garantías que compita con Mariano Rajoy. En poco más de un mes, Alfredo Pérez Rubalcaba ha sido proclamado candidato socialista y ha dejado sus cargos en el Ejecutivo (vicepresidente primero y ministro del Interior).

La celeridad en la elección de Rubalcaba -sin necesidad de primarias- ha despertado algunas dudas sobre si Zapatero cumplirá su promesa de llegar hasta marzo próximo. El debate sobre la conveniencia de un adelanto electoral ha cobrado fuerza en las últimas semanas, e incluso desde foros como el Instituto de la Empresa Familiar o el Consejo Empresarial para la Competitividad han debatido la conveniencia de sugerir esta decisión al presidente del Gobierno.

El 62,6% de las empresas participantes en el Barómetro considera que un resultado electoral que supusiera un cambio de Gobierno ayudaría a recuperar la confianza, mientras que el 18,2% considera que no se produciría esa mejoría.

El deseo de la mayoría de empresarios de que se produzca un cambio de caras en La Moncloa se debe a su descontento acerca de cómo el Ejecutivo socialista está gestionado la crisis. El 68,7% de las compañías encuestadas en el primer semestre de 2011 valora como mala o muy mala la trayectoria seguida por el Gobierno hasta el momento en las cuestiones que económicamente pueden afectar a su empresa. Este dato empeora el 66,7% de valoraciones negativas que recibió el Gobierno en la oleada anterior. Las empresas del Barómetro que consideran buena la labor económica de Zapatero y su equipo se sitúan en el 5,9% del total, reduciéndose su número desde el 10,9% del segundo semestre de 2010. En esta edición se mantiene el hecho de que ningún miembro del panel considere que la labor haya sido muy buena.

En cuanto a la valoración de la actuación del Gobierno en aspectos concretos, la política mejor valorada ha sido una oleada más la de pensiones. El 26% de los encuestados está de acuerdo con las novedades normativas introducidas por el Ejecutivo en materia de jubilación (eso sí, esta cifra supone un importante descenso frente al semestre anterior, cuando el 35,3% valoraba de forma positiva la reforma de las pensiones). El resto de variables consultadas no alcanzan un total de respuestas favorables superior al 20%. Tras las pensiones, donde más coinciden los empresarios con el Gobierno es en su enfoque sobre el gasto público, con un apoyo del 18,7%, cifra similar a la de la edición anterior, y en cuestiones de sanidad y salud, aunque el apoyo en este caso desciende del 22% al 16,9%.

Entre los aspectos peor valorados se observan cambios. La materia donde más en desacuerdo están los empresarios con el Gobierno pasa a ser la liberalización del mercado laboral, con la oposición del 69,4% del total. La política laboral suscitaba el rechazo del 62,9% en el semestre anterior, cuando era el tercer aspecto peor valorado.

Tras los temas vinculados al mercado de trabajo, las áreas donde más en desacuerdo se muestran las empresas españolas con el Gobierno son el gasto público (la critica el 65,8% del total) y la política fiscal (55,7%).

Tras la celebración del último debate sobre el estado de la nación, el Gobierno aprobó un real decreto-ley que contiene una serie de actuaciones para fomentar la protección social de los ciudadanos y la sostenibilidad. Entre las medidas de carácter financiero se encuentra la creación, a través del Instituto de Crédito Oficial (ICO), de una línea de préstamos a las entidades locales para que puedan hacer frente al pago de las facturas pendientes con empresas y autónomos a 30 de abril de 2011. La morosidad de las administraciones públicas es uno de los aspectos que más preocupan a los empresarios. De hecho, el 43,7% de las compañías participantes en el Barómetro asegura que están sufriendo retrasos de ayuntamientos, comunidades y Administración central para pagar sus facturas, frente al 28,6% que asegura estar al día y un 27,7% que no sabe o no contesta.

La evolución del mercado de divisas es otro de los aspectos que siguen de cerca los empresarios, máxime tras la volatilidad provocada por la crisis de deuda periférica en la zona euro en la cotización de las principales divisas. El 17,4% de los empresarios piensa que el euro se apreciará frente al dólar en los próximos meses; el 53,6% opina que se mantendrá en los niveles actuales, y el 29% cree que su valor caerá en relación con la moneda estadounidense.

En la evolución de las divisas influye la política monetaria de los principales bancos centrales. Mientras la Reserva Federal ha mantenido sin cambios el precio del dinero, el Banco Central Europeo (BCE) ha subido en dos ocasiones los tipos oficiales en la zona euro del 1% al 1,5%. La mayoría de los empresarios (64,2%) sugieren que el BCE debería mantener los tipos de interés en su nivel actual durante la segunda mitad del año.

Con respecto a la evolución del precio del crudo hay mayor dispersión en las previsiones de los empresarios. El 23,9% señala que el barril de Brent se situará entre 90 dólares y 100 dólares; el 27,9%, que se moverá entre 100 y 110 dólares, mientras que el 32% augura un precio entre 110 y 120 dólares.