Al menos 12 pueblos pierden el miedo nuclear y piden el almacén

La puja nuclear en la España rural eclosionó ayer, último día de plazo, de forma inesperada. Los candidatos surgieron por media España. De Cáceres a Valencia y de León a Ciudad Real, al menos 12 pueblos aspiran al almacén nuclear. Aún surgirán más, ya que los papeles pueden tardar días en llegar a Industria. El Ministerio de Industria vivió ayer un día de júbilo. "Estamos muy satisfechos por cumplir un mandato parlamentario. Lógicamente cuantos más candidatos haya más fácil será la ubicación", explicó un portavoz.

La inmensa mayoría de los alcaldes apuraron el plazo, que acabó ayer, y alguno lo aprobó sin avisar a sus vecinos. Con esta estrategia salvaron la oposición ecologista y dieron al Ministerio de Industria la garantía de que habrá un almacén nuclear único en España, un objetivo pospuesto desde hace un lustro por todos los Gobiernos la supuesta dificultad de conseguir candidatos.

El cementerio es la alternativa a una agricultura en decadencia

El alcalde de Zarra, imputado por un escándalo, aspira a albergar el ATC

El día puede quedar como el que buena parte de los políticos -al menos los rurales, acuciados por el paro y la despoblación- se despojaron del miedo antinuclear. Los ecologistas se encontraron abatidos, incapaces de tapar todas las vías de agua que para ellos supone cada candidatura. "Esta vez lo han hecho bien y creo que esta vez sí sale", afirmó uno de ellos.

Aunque algunos aún se pueden echar atrás o carecer de la documentación necesaria, la angustia que dominó el proceso cuando sólo Yebra (Guadalajara) y Ascópide a cambio prorrogar la vida de la nuclear de Garoña-. La Junta de Castilla y León, del PP, considera que su apoyo a Garoña no le costó votos y que la inversión bien merece sacar al Ejecutivo del apuro. Si el consenso político es clave, la comunidad está en primera posición.

No lo ve así el líder de los socialistas en la comunidad, Óscar López, que se opuso a que el almacén vaya a la región. "Cuando apoyamos el cierre de Garoña lo hicimos pensando en que se trataba de desnuclearizar la comunidad. Ahora por coherencia nos oponemos", sostiene López, que considera que el abandono rural de la Junta ha impulsado a los alcaldes. El socialista critica que, mientras otros presidentes como José Montilla o José María Barreda se han opuesto, el de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, mantiene un silencio cómplice.

López no es un caso único en su rebelión contra el Ejecutivo. El extremeño Guillermo Fernández Vara, el manchego José María Barreda y el catalán José Montilla, poderosos barones socialistas, se niegan a que el silo vaya a sus autonomías. Hasta Tomás Gómez, el líder de los socialistas madrileños, en la oposición, ha cuestionado su posible ubicación en Yebra, por su proximidad a Madrid, algo que irritó a Industria.

Si Zapatero mantiene su compromiso de implantar el almacén sólo donde haya consenso, las candidaturas de Ascó y Yebra pierden puntos. Se tratan de los únicos pueblos nucleares en la lista, algo que valora Industria porque allí debe de haber más consenso social, pero la oposición rotunda de sus comunidades supone un gran lastre.

También hay aspirantes sorpresas, como Zarra (Valencia), cuyos vecinos no lo esperaban, informa Sara Velert. El alcalde, Juan José Rubio (independiente), presentó la moción por sorpresa en la noche del jueves en el pleno y ayer formalizó la candidatura. La localidad, de medio millar de habitantes, está situada a poco más de 10 kilómetros de la nuclear de Cofrentes. El alcalde sostiene que Zarra apenas se ha beneficiado económicamente de la cercanía de la planta, cuyo cierre ha pedido en varias ocasiones. En cambio, Rubio defiende que "el ATC es seguro, traerá dinero y sobre todo puestos de trabajo".

Zarra intenta desde hace años desarrollar un polígono industrial que ha generado rechazo en otras localidades del Valle de Ayora por la posibilidad de que albergara una incineradora o una planta de tratamiento de residuos. Por eso, Rubio da por descontado que la candidatura provocará "mucha oposición", pero está "seguro" del apoyo vecinal. Es alcalde desde hace 31 años, la mayoría bajo las siglas del PSOE. El partido le expulsó por una denuncia en 2006, por lo que se presentó como independiente a las últimas elecciones. En octubre de 2008 fue detenido por supuestos delitos urbanísticos y puesto en libertad. El juez le mantiene imputado por la construcción de decenas de chalés sin licencia.