Obama impulsa una gran reforma educativa para ganar competitividad
La Casa Blanca advierte que el declive escolar es insostenible para la economía
Barack Obama ofreció ayer los detalles de su gran reforma educativa, un ambicioso proyecto con el que intentará colocar a Estados Unidos de nuevo en la vanguardia de la enseñanza internacional, aumentando su capacidad para competir con países que, en los últimos años, han ganado ventaja a la hora de formar a sus alumnos y que han sido una fuente constante de mano de obra altamente cualificada, como Corea del Sur o India.
"La causa de la prosperidad estadounidense nunca ha sido meramente cómo amasamos nuestra riqueza, sino con qué eficacia educamos a nuestra ciudadanía", dijo ayer el presidente en una conferencia ante la Cámara de Comercio Hispana de EE UU. "El relativo declive de la educación estadounidense es insostenible para nuestra economía, inadmisible para nuestra democracia e inaceptable para nuestros niños. No podemos dejar que siga como está. Lo que está en juego es el sueño americano".
"No podemos dejar que todo siga igual. Está en juego el sueño americano"
Obama aumentará el sueldo a los maestros que logren mejores resultados
En este discurso, el presidente reveló la que será su medida más polémica, una reforma que le enfrentará con toda probabilidad contra los poderosos sindicatos de profesores: la remuneración de los maestros sobre la base de los resultados de sus alumnos.
"A los buenos profesores se les recompensará con más dinero por mejorar los resultados de los estudiantes y se les pedirá que asuman mayores responsabilidades para mejorar sus escuelas", dijo ayer el presidente. "Si a un profesor se le da una oportunidad, o dos, o tres, y sigue sin mejorar, no hay excusas para que esa persona siga educando. Rechazo un sistema que recompense el fracaso".
Los planes del presidente pasan por incluir 150 distritos escolares (en EE UU hay unos 13.500) en un sistema que ofrecería un aumento remunerativo en función de los resultados de los alumnos en los exámenes que efectúan los 50 Estados a final de curso entre tercero y octavo grado. Hasta ahora, los aumentos de sueldo se ofrecen casi exclusivamente atendiendo a la veteranía del profesor en el sistema educativo.
Tanto demócratas como republicanos coinciden en que el sistema educativo estadounidense necesita una reforma urgente. Un 25% de los estudiantes no acaba la educación secundaria, según datos de la organización America's Promise Alliance, que además apunta que esta cifra se dobla cuando se analiza el caso de alumnos afroamericanos y latinos. Según el informe PISA de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos, los alumnos de 15 años de este país obtienen una media de 489 puntos en las pruebas combinadas de matemáticas y ciencia, 12 puntos por debajo de la media de los países participantes.
Entre las medidas anunciadas por el presidente se encuentra también la de hacer que los distintos Gobiernos estatales sean más exigentes a la hora de diseñar los temarios de las pruebas a las que someten anualmente a los alumnos de secundaria; ofrecer más fondos a las escuelas públicas; conceder más financiación para renovar las instituciones ya existentes, y una racionalización de la jornada escolar.
"Ya no nos podemos permitir un calendario académico diseñado para cuando Estados Unidos era una nación de granjeros que necesitaban que sus niños estuvieran en casa para arar la tierra al final de cada día", dijo Obama antes de pedir a los distritos escolares que incluyan más horas y más días de clase, "en el verano o a través de jornadas escolares ampliadas para aquellos niños que las necesiten".
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