DE 'FAMA' ¿A LA GLORIA?
"Ellos son Bhangra y han venido a buscar a un tercer componente para su grupo, que además, también será el coreógrafo. ¿Queréis saber quién es el elegido? Pues vais a tener que esperar porque doy paso a publicidad. ¿Veis lo profesional que soy?". La que hablaba así es la incombustible presentadora de televisión Paula Vázquez. Al otro lado del televisor, millones de espectadores llevan casi tres horas siguiendo la gala final del programa Fama, ¡a bailar!, de Cuatro. Cerca de la medianoche, se roza el 40% de cuota de pantalla. A la vuelta de publicidad, Paula desvela el nombre de la afortunada: "¡Mary!", grita. Tras cuatro meses de encierro voluntario en un reality show ambientado en una academia de baile, a María Carrillo, de 20 años, una de las finalistas, le acaban de poner en bandeja la posibilidad de entrar a formar parte de un grupo de danza del vientre. Por el camino, la audiencia la ha visto llorar, reír, depilarse... incluso enamorarse. Pero, acostumbrada ya a ese papel de juez que los realities le otorgan, la audiencia ha decidido vía SMS y llamadas a un 905 que la ganadora del concurso sea otra: Vicky Gómez, de 19. A ella le ha tocado una beca de un año de duración en, tal y como el programa lleva repitiendo desde los castings de selección, "una prestigiosa escuela internacional". Ella elegirá cual.
Fama pertenece a la categoría televisiva de los talent shows. Un subgénero dentro de la telerrealidad en el que el valor de los participantes no está en ellos mismos, sino en la destreza que muestren para cantar (O.T. y Factor X) o posar (Supermodelo). Aquí la permanencia en la escuela y el favor del público se ganan a base de sudor. La disciplina dentro es castrense. Lecciones duras, regañinas de los profesores, escasez de artículos de primera necesidad ("Como un tinte de pelo") y del tiempo libre necesario para usarlos. Víctor Ullate padre, cuya compañía de baile ha escogido como nuevo miembro a otro de los finalistas, Jacob, de 23, arguye por teléfono: "Este programa ha dado un reflejo muy real de lo mucho que trabaja y se esfuerza un bailarín. Además, lo suyo era un examen continuo".
El reality, que se estrenó el pasado enero, fue hasta el 23 de marzo un programa de sobremesa de media hora diaria de duración. Su buena cuota de pantalla (entre un 10% y un 15%, muy superior a la media de la cadena) hizo que se empezara también a emitir una gala semanal. Y si la audiencia quería ver a sus participantes ejecutar coreografías en horario estelar, cómo no iba a querer verles vivir. Así empezó la emisión continua de Fama en el canal 24 horas de la plataforma Digital +, y con ella esas escenas domésticas de la vida en la escuela de las que luego no hay rastro en las galas (top less furtivos, carantoñas...).
Dos semanas después de la final, Vicky, Mary y otros 10 finalistas posan para Ep3. Gritan y corretean por casa de la estilista. Todo tiene doble sentido: "Ponme el pendiente. Más adentro, que no siento nada", le dice un concursante con cresta a otro.
Y ahora que está fuera, ¿qué? Bolos en discotecas, inauguraciones ("Yo fui el otro día a la de un parking en Barcelona", cuenta el semifinalista Alejandro Gutiérrez, de 22) y presentaciones como la de la colección de la nueva marca de ropa Fama que ha sacado la cadena española Friday's Project. "Trabajar, trabajar, sólo queremos trabajar". Todos usan el plural mayestático para referirse a sí mismos y sus planes de futuro. Parecen concebirse como un conjunto. Desde hoy, 6 de junio, lo son. Forman parte de la gira Fama que empieza ya a recorrer la geografía española. Ahora sus carreras las gestiona Telegenia, la agencia de representación de la productora de televisión Zeppelin TV. A su cargo también están las de ex concursantes de O.T., Gran hermano o La casa de tu vida. Telegenia se reserva el derecho a decir de cuánta duración son los contratos que han firmado los ex concursantes.
"Claro que esto les va a abrir puertas", asegura un joven que se presentó al casting del programa —no pasó— y prefiere no identificarse. "A los ganadores desde luego: musicales, espectáculos en parques de atracciones, ballets en programas de televisión", continúa. A este respecto, Raquel de la Vega, directora de la academia Madrid 47, revela: "En estos cuatro meses han aumentado las ofertas de trabajo como nunca en los últimos cuatro años. Eso es una consecuencia directa del programa. Ha puesto de moda el baile. Nosotros, como escuela, lo hemos notado: para el curso que viene las matrículas se han doblado".
Lo que parece tener una fecha de caducidad más cercana es su idilio con la fama. "La profesión de bailarín es muy invisible", advierte De la Vega. "Que aprovechen porque cuando se acabe el verano...".
La gira de Fama, ¡a bailar! empieza hoy en Lugo en el Pabellón Ferial. Consultar las fechas en otras ciudades de España en wwwcuatro.com/fama
JUNTOS Y REVOLTOSOS
Gracias a Fama se han conocido. Y la audiencia a ellos. Seleccionamos a 12 y los reunimos para averiguar, pasada la experienca televisivo-académica, cómo vislumbran su futuro.
1. Belinda Henríquez (23 años).
"Intentando recuperar mi vida anterior en la medida de lo posible". En esas anda Belinda desde que salió del programa. "Me gusta estar con mis amigas, hablando de nuestras cosas. Soy más de plan tranquilo que de salir por la noche. Aunque alguna fiestita...". ¿Su ídolo? "Beyoncé". Considera haber estado en Fama un privilegio. "A pesar del cansancio físico, es una idea que siempre tuve en mente dentro".
2. Hugo Rosales (20 años).
Ganó una master class (clase magistral) en la academia de Beatriz Luengo. Esto es, la posibilidad de compartir sus conocimientos (de hip-hop y break dance, fundamentalmente) con los alumnos que se matriculen en ella. Este mes, su torso al descubierto levanta pasiones desde la portada de la revista para adolescentes Loka. "Creo que lo que más le ha gustado al público ha sido el compañerismo que había entre nosotros. Y lo inocentes que somos".
3. Ángel Martín (28 años).
"Niño: ¡qué bueno estás!". Esos son los piropos que le dedican a Ángel las señoras de su ciudad, Sevilla. Estando dentro, el programa le premió con un viaje a conocer el universo de Michael Jackson (que no a él): el sitio donde se grabó Thriller, a algunos de sus bailarines... Al salir, Ángel se encontró con que se había difundido un vídeo íntimo suyo por Internet. "No me siento nada incómodo. Paso del tema".
4. María Carrillo (20 años).
Finalmente, rechazó la oportunidad de ser componente y coreógrafa de Bhangra. Ha preferido centrarse en la gira. En su caso, el premio fue doble: dentro de la escuela empezó una relación con Hugo. "El programa cuidó mucho todo lo relacionado con lo sentimental. Se portaron muy bien y no emitieron imágenes comprometidas". De hecho, los padres de ambos ni siquiera sabían que dormían juntos. "Ya se conocen y todo".
5. Juan Carlos Verdú (26 años).
Este valenciano salió de su pueblo, Burjassot, con una maleta llena de ilusiones. En su caso, a reventar de mallas de lycra. Su padre no veía con buenos ojos su afición al baile. "Ahora está encantado". Se considera un artista total, dotado para todo lo que sea creativo, y no parará hasta demostrarlo. Por decisión propia, es el único de estos 12 concursantes que no va a participar en la gira del programa.
6. Tatiana Morcillo (23 años).
Tiene algo aparcados sus estudios universitarios de Ciencia y tecnología de los alimentos porque "el baile es lo primero". "Había momentos en los que nosotros mismos nos dábamos cuenta de que en Fama trabajábamos, sobre todo, para sacar un programa adelante. En otros, pensabas 'bueno, sí', pero también quieren que aprendamos. Aquí hemos sacado todos". Lo que más echó de menos dentro: poder ir a su esteticien.
7. Alejandro Martínez (18 años).
Entró en Fama para mejorar su formación en danza contemporánea y baile moderno. Fuera, mantiene su objetivo. Cuando acabe la gira, se presentará a las pruebas de acceso al Conservatorio de Madrid. "No volvería a entrar, pero no me arrepiento. Ha sido una experiencia muy dura, guapísima, pero dura. Una semana me decían que evolucionaba muy rápido, a la siguiente que estaba flojo...".
8. Sonia Navarro (31 años).
Vivía en Italia con su marido, de profesión coreógrafo, y decidió dejarlo todo para entrar en Fama. Cuando la expulsaron, no se lo esperaba. "No creía que fuera a salir. No estaba nominada, formaba parte de una pareja que gustaba, los profesores no me regañaban...". Dentro, ni una costilla rota le hizo tirar la toalla. "No quise hacerme una radiografía porque habría tenido que salir. Y no quería. Como no paré, todavía no se me ha soldado".
9. Lorena Gallego (19 años).
"¿La voz va a salir en algún lado?", pregunta mirando la grabadora. Entró al programa con novio y salió del programa con novio. Sólo que con uno diferente: Alejandro Gutiérrez. Se define como una persona activa "a la que le gusta que cada día sea diferente". Ahora está contenta porque "es todo nuevo y excitante". Por la calle, dice que la gente "mira, susurra 'Es la de Fama', no saben si acercarse...".
10 Vicky Gómez (19 años).
Se alzó con la victoria final y en su Salamanca natal le hicieron un recibimiento a la altura. "Vino el alcalde a buscarme. La plaza estaba llena de gente y estuve firmando autógrafos toda la tarde. Al día siguiente, atender a los medios locales. Desde que he salido sólo he tenido un fin de semana para ver a mi familia y amigos". Dice que volvería a entrar en Fama, pero no tanto por la experiencia sino por lo que ahora le está reportando.
11. Alejandro Gutiérrez (22 años).
Le inculcó su pasión por el baile callejero su padre, "uno de los primeros b-boys" de España. "¿Las niñas? —y con eso se refiere a las fans—. Locas perdidas. Me paran, me besan, me arañan. Las hay hasta mordedoras". Describe su paso por Fama como una "experiencia acogedora". Entre sus planes de futuro está el salir fuera de España. "Para reciclarme como profesional. Primero a Barcelona y luego a Estados Unidos".
12. Quique Guijarro (25 años).
Saldó su paso por Fama con un esguince en el tobillo y una tendinitis en el hombro. "Durante las dos últimas semanas era levantarme por la mañana, abrir los ojos, sentarme en la cama y querer morirme". Aún así, dice que le gusta que le paren por la calle no por haber estado en un reality, sino por ser tan trabajador. Es fan del rapero Usher y le encantaría poder diseñar algún día una línea de ropa. "Haría cosas súper locas pero clásicas".
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