De prácticas por Europa

Maider Barrenetxea anda pensando ya cómo va a organizar la maleta para que no sobrepase los 20 kilos de peso que permite su billete de avión. Dentro de unos días parte hacia Nivala, una pequeña localidad de Finlandia, y son muchas las cosas que tiene que llevar. Va a pasar allí tres meses haciendo prácticas de auxiliar de enfermería en un geriátrico, tras haber finalizado en Euskadi la parte teórica de su ciclo medio de Formación Profesional.

Barrenetxea forma parte del grupo de 900 jóvenes vascos que estudian o han estudiado FP y que, entre finales de este mes y primeros de marzo, se repartirán por 20 países europeos gracias a las becas de los programas Leonardo da Vinci (destinado a ciclos de grado medio) y Erasmus (reservado a ciclos de grado superior). Durante las dos primeras semanas recibirán un curso del idioma del lugar de acogida, mientras que durante las diez semanas siguientes realizarán prácticas en empresas del sector correspondiente a su perfil profesional.

"Las empresas vascas tendrán personas mejor preparadas"

"Vuelves siendo más abierto, y eso te favorece personal y profesionalmente"

Todos ellos se reunieron ayer en el Auditorio Kursaal de San Sebastián en una especie de acto de despedida. El viceconsejero de Formación Profesional y Aprendizaje Permanente, Iñaki Mujika, les animó en él a aprovechar este viaje tanto para adquirir "conocimientos y experiencia profesional" como para "madurar personalmente".

"Vosotros ganáis, pero también lo hacen las empresas vascas, que van a tener personas mejor preparadas. Bueno, siempre que volváis, porque suelen surgir propuestas laborales. Bueno, laborales... o de otro tipo", bromeó, en referencia a un estudiante que les precedió y "se enamoró de una finlandesa".

De momento, Barrenetxea se centra en la oportunidad que le supondrá este viaje para conocer otra cultura y beber de la manera de trabajar de los países nórdicos. "Están más adelantados en la forma de trabajar y de gestionar los aspectos sociosanitarios", comentó en los pasillos del Kursaal al finalizar el encuentro.

Le han contado que en Finlandia podrá desenvolverse en inglés. "Tengo nivel para defenderme". Pero, aun así, tratará de aprender algo del idioma local. "Igual que a mí me gusta que la gente que viene aquí tenga cierto interés por la cultura vasca, yo intentaré conocer la suya y su lengua", subrayó, mientras el resto de estudiantes becados intercambiaban impresiones.

Estudiantes como Alexandro Rodríguez, que irá a Italia para completar de forma práctica en una empresa sus estudios de producción por mecanizado o, lo que es lo mismo, "automatizar las máquinas para que ejecuten una pieza como uno quiera". "El sector del metal y de los mecanismos siempre ha sido un fuerte en Italia", así que es "una gran oportunidad" profesional. Pero también personal. "Es un buen camino para madurar".

Paul Alonso está estudiando Mantenimiento industrial y se trasladará a la ciudad alemana de Friburgo. Ya conoce otros puntos del país, porque ha vivido antes un par de intercambios de estudiantes, pero ahora podrá escudriñar su cultura de trabajo. "Dicen que son muy cuadriculados. A ver...". Lo que tiene claro es que estas salidas vienen muy bien para el currículo, porque "aprendes cómo trabaja otra parte del mundo".

Eso lo sabe bien Egoi Eizagirre, quien tras hacer prácticas de carrocería en una empresa de Irlanda se ha lanzado a estudiar automoción y ahora se va a Suecia. "Vuelves siendo más abierto, y eso te favorece tanto personal como profesionalmente", destacó. Tanto él como Andrea Gortaire, que ha realizado prácticas de cocina en un hotel de Florencia, como Zigor Arenillas, quien ha puesto en práctica sus conocimientos de Desarrollo de proyectos mecánicos en una empresa de Finlandia, animaron a sus compañeros a aprovechar al máximo la experiencia de salir a un país extranjero, que empezó a generalizarse en los centros de Formación Profesional vascos en 2004.