"No es necesario que un ruido dañe la salud para que sea ilegal"
A los gobernantes les interesan más los votos que el descanso de los ciudadanos, a los que no les queda otra que "denunciar, denunciar y denunciar". Así lo aconseja María Anunciación Orduña, experta en ruido, quien el lunes dio una conferencia en Bilbao.
Pregunta. ¿Está el descanso del ciudadano suficientemente protegido por las leyes?
Respuesta. Sí por las leyes, no por la Administración. La eficacia de la norma derivaría en un coste político que las autoridades no quieren asumir. Ante 3.000 jóvenes haciendo botellón, un alcalde no se arriesga a perder esos votos. Sólo interviene ante denuncias y sentencias.
P. Cita el botellón. ¿Hay algún modo de combatirlo?
R. Lo que hacen ahora los vecinos es imputar la responsabilidad a las comunidades autónomas y a los ayuntamientos para que se responsabilicen de esas aglomeraciones. En Vélez-Málaga acaban de ganar los vecinos. El Tribunal Supremo ha condenado al Ayuntamiento a pagar tres millones de euros de indemnización a esos vecinos.
"En los conflictos vecinales, los más numerosos, yo apelo al consenso"
P. ¿De qué depende el importe de una indemnización?
R. La intensidad de los daños morales por ruidos es compleja, desde irritabilidad hasta un acúfeno que desencadena en locura. Un día empiezas a oír el ruido de un despertador las 24 horas. Como la mente no lo soporta, corta. Se evade y te deja sola ante el peligro.
P. Hay otros ruidos de los que no somos conscientes, pero que minan nuestra salud.
R. Es que tenemos una memoria acústica. Cuando duermes, el ruido que has escuchado durante el día es recurrente. Lo escuchas de nuevo, y por eso te levantas cansado, con dolor de cabeza, irritabilidad, ira...
P. Hay ruidos que, aun dentro de los límites legales, resultan molestísimos.
R. La jurisprudencia civil ordinaria dice: a usted ese ruido le está haciendo daño, por tanto da igual que esté dentro o no de los decibelios, es ilegal. Basta con una medición y un parte médico. Y tampoco es necesario que ese ruido dañe la salud. El Supremo dice que basta con que prive al afectado del libre desarrollo de su personalidad.
P. España es el segundo país avanzado más ruidoso.
R. Va con nuestro clima y nuestra falta de cultura democrática, pero, sobre todo, con nuestra falta de educación.
P. Además de derechos, los ciudadanos tenemos deberes.
R. Te pueden echar de tu casa por exceso de ruido. En Madrid ha habido diez casos este año, y otro más en Castro por conducta antisocial. Una señora tenía perros en casa, ruido a discreción, tocadiscos a tope... Tres años le han echado de su casa.
P. ¿Y contra el camión de la basura, qué se puede hacer?
R. Nada, es un servicio público. Hay sentencias que impiden al camión de la basura transitar por una ruta, pero lo único que hacen las autoridades es trazar otra por la calle paralela.
P. ¿Y contra un aeropuerto?
R. Sólo la solidaridad colectiva puede con un aeropuerto. En Madrid, diez ayuntamientos se pusieron en pie de guerra y AENA tuvo que trasladar todo un barrio a otra zona, precintarlo y construir viviendas nuevas en una zona contigua. Y se ha comprometido a aislar las viviendas que se encuentran en la huella acústica del aeropuerto.
P. Usted no tendrá problemas de ruidos en su hogar.
R. Tengo un vecino con licencia de armas y problemas con el alcohol. Cuando cuelgo la ropa, él ve sus sombras y deben de asustarle, pone la música a tope.
P. Le habrá denunciado.
R. No, porque tengo miedo a que me pegue un tiro, me queme el coche o me ponga silicona en la cerradura, que es lo que hacen algunos vecinos. He decidido no protestar, y al día siguiente ser amable con él y así me tiene una temporada tranquila.
P. Pero eso resulta desalentador: ni leyes ni jueces sirven.
R. No, no. En los conflictos vecinales, que son los más numerosos, yo apelo al consenso. Entre vecinos, la educación, el diálogo y la comunicación son más efectivos que un mal juicio que, muchas veces, sólo agrava la situación.
María Anunciación Orduña
María Anunciación Orduña nació en Zamora en 1952, pero reside en Madrid desde hace 50 años. Licenciada en Derecho, ejerció la abogacía durante más de 20 años. En la actualidad, es profesora de Contaminación Acústica y coordinadora de la maestría en Derecho Ambiental de la Universidad Complutense de Madrid.
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