"La fiesta de los toros es un elemento de cultura muy sofisticado"
La exposición Taurus. Del Mito al Ritual verá mañana la luz en el Museo de Bellas Artes de Bilbao. Se asiste, quizá, a la mejor muestra de arte taurino que jamás se haya organizado. Javier Viar (Bilbao, 1946), director de la pinacoteca, es el comisario de este evento realizado con motivo de los actos del centenario del Club Cocherito. Está muy satisfecho tanto por la calidad de las obras como por la exhaustiva documentación que aporta el catálogo de esta exposición que se extenderá hasta el 5 de septiembre.
Pregunta. ¿Cuál es la filosofía que tiene esta exposición?
Respuesta. Buscamos indagar en el mito del toro y en el ritual de la fiesta. La intención básica es sacar lo que el arte ha aportado a la descripción de este fenómeno del toro a lo largo de la historia. Después, hay otros objetivos como demostrar que detrás de la fiesta actual hay unas raíces profundas en la historia del hombre, y plasmar que el arte contemporáneo ha tenido una visión muy penetrante para la tauromaquia.
"El toreo ha subyugado a los artistas del mundo más importantes"
"Detrás de una corrida de toros entra lo más oscuro del hombre"
P. ¿El hecho de que la fiesta de los toros haya propiciado innumerables obras de arte, le confiere un rango especial?
R. Sin duda. Es algo que queremos destacar, porque el toreo no es una competición lúdica como el deporte o el circo, se trata de algo más profundo y más enraizado. El toro no es un animal normal en cualquier cultura y ha tenido innumerables formas de expresar su simbolismo y la tauromaquia actual sostiene numerosas interpretaciones cargadas de simbología muy profunda desde interpretaciones psicoanalíticas, transferencias sexuales...
P. ¿De acuerdo con esto, piensa que los toros son arte por sí mismo?
R. Es una cuestión que no me preocupa. El toreo se concibe de una forma muy parecida a las artes plásticas; hablamos de espacios, colores, tiempo. Los aprioris con los que percibes el toreo son los mismos que en la pintura o la escultura, pero no sé si es un arte en sí mismo. No cabe duda de que hay muchos momentos en los que se produce una cosa sublime de arrobo y de genialidad. En esta exposición queremos plasmar que el toreo ha subyugado a los artistas más importantes del mundo y que el toro ha subyugado al hombre desde los inicios. Además, el toreo es una manifestación de la Ilustración, porque en el siglo XVIII fueron capaces de convertir aquella semi-barbarie inicial popular en algo normalizado. Mejor nos quedamos con las cinco artes clásicas, pero tengo muy claro que la fiesta de los toros es un elemento de cultura y además muy sofisticado.
P. Se dice que puede ser la mejor exposición de temática taurina que se haya hecho.
R. Sé que se han hecho exposiciones muy interesantes de tipo arqueológico, pero creo que de esta envergadura y con este prisma no se ha hecho nunca.
P. ¿Qué artistas podemos encontrar en esta exposición?
R. La exposición tiene obras magníficas. Van a estar las tauromaquias de Goya, Picasso, Cháez y Carnicero, pero también hay obras anónimas como un ánfora griega con el Rapto de Europa, Están Zurbarán, Solana, Vázquez Díaz, Barceló, Botero, Gargallo, Juan Gris, Iturrino o Miró, con una preciosa escultura que viene del Reina Sofía. Un panorama amplísimo.
P. ¿Qué dificultades ha tenido para reunir esta colección?
R. Ha sido una labor muy complicada. Una aventura que ha durado dos años de infarto. Nos faltan algunas como las de Manet, que está expuesto en Tokyo ahora, o Goyas y Picassos que nunca se prestan. La exposición es muy ambiciosa y muy variada.
P. ¿Cuál es la pieza más especial para usted de esta colección?
R. Hay piezas bellísimas, pero me quedo con la que lleva el número uno del catálogo. Es una vasija de cerámica de 1.200 a.c. que presenta un toro de Irán y que está en el Museo de Karlsruhe en Alemania y es preciosa porque parece contemporánea. Es muy bonito ver su correspondencia con una escultura de Alberto Sánchez que parecen coetáneas y se llevan miles de años.
P. ¿Han trabajado para que llegue fácil al visitante?
R. Hemos publicado un catálogo muy completo y muy ilustrado, en el que escriben firmas importantes. Hay tres artículos generalistas: Carlos Moya, el sociólogo, Perico Romero de Solís, que ha escrito un artículo soberbio, y William Jeffet, director del Museo Dalí en Florida, escribe sobre los surrealistas. Además, hay firmas como Brigitte Leal, del Centro Pompidou, ha escrito sobre Picasso, o Jesús Urrea, sobre las esculturas de Cháez. Luego se realiza un recorrido por la historia en el que José María Blázquez habla del toro en la antigüedad; Álvaro Martínez Novillo, sobre Goya, y Araceli Guillaume-Alonso escribe sobre el toreo caballeresco del siglo XVII. En definitiva, la visión de especialistas de primera línea mundial.
P. ¿Javier Viar es aficionado a los toros?
R. No he sido muy aficionado. Voy a la plaza con mucho gusto, pero sí he logrado entender mejor lo que es la fiesta de los toros después de este estudio que hemos realizado. Mi gran objetivo con esta exposición es que el visitante entienda la fiesta en toda su complejidad. No se trata de un panfleto a favor de algo ni de hacer una polémica trivial, sino que se trata de plasmar que detrás de una corrida de toros entra lo más oscuro del hombre, que por eso quizás tenga un tirón especial, no es un espectáculo frívolo. A los surrealistas franceses les sorprendió precisamente que esto no era teatro, sino que allí la gente moría y mataba de verdad. Es un ritual que se asemeja a los viejos rituales religiosos y ahí radica la fascinación que tiene el toreo.
P. ¿Qué expectativas hay sobre esta exposición. En número de visitantes y en críticas posibles?
R. Nosotros tenemos algo más de doscientos mil visitantes al año y esperamos que por esta exposición pasen 75.000. Pero el mundo del toro arrastra a mucha gente y desconocemos cuál será su respuesta ante una exposición tan ambiciosa.
Javier Viar Olloqui
b>Javier Viar Olloqui Nació en Bilbao en 1946. Es Licenciado en Farmacia por la Complutense de Madrid. Trabajó como crítico e historiador de arte, además de poeta y novelista. Perteneció a la Comisión de adquisiciones del museo Guggenheim Bilbao. Sucedió en la dirección del Museo de Bellas Artes a Miguel Zugaza en mayo de 2002.
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