A los cielos por insistente

Josu Feijoo (Vitoria, 1965) cumplirá este 2009 el sueño que tenía desde los seis años, cuando vio la llegada del hombre a la Luna. Entre agosto y octubre próximo, se convertirá en el primer astronauta vasco y el primer diabético del mundo que viaja al espacio.

Todo se debe a su insistencia. Su anhelo empezó a fraguarse en 2004, cuando, dada su pasión por la astronomía, navegaba por Internet en las páginas de la NASA. Se desvió a la dirección de una de las empresas que diseñan vehículos espaciales, Scaled Composites, con sede en California (EEUU), que estaba trabajando en la construcción de uno. Como su web disponía de un buzón para comentarios, Feijoo empezó a mandarles correos electrónicos todos los meses animándoles en el proyecto y ofreciéndose para cualquier labor. Pero no recibía ninguna contestación.

"¿Qué puedo hacer por ti?", le dijo el responsable de la firma de vuelos espaciales

En sus cuatro horas en órbita, realizará tres experimentos sobre la diabetes

Más de un año después, el propio fundador de la empresa, Burt Rutan, le respondió agradeciéndole los apoyos y le hizo una pregunta que Feijoo nunca hubiese esperado: "¿Qué puedo hacer por ti"? Perplejo, contestó que quería ser astronauta. Días después, recibía el sí con la condidión de que debía pagar el combustible del vuelo: varios cientos de de miles de euros.

Scaled Composites se dedica a ofrecer viajes espaciales fundamentalmente a personas adineradas: "Son el 95%, que tienen que pagar el doble de lo que me va a costar a mí. El 5% restante suele destinarse a países que no tienen ningún astronauta, pues, aunque parezca increíble, tener un astronauta aporta un gran caché".

Feijoo es un autodidacta en astronaútica, aunque ya ha visitado dos veces la sede de la NASA y la Ciudad de las Estrellas rusa. "Esto es un pasión". Su viaje espacial, que se desarrollará en una fecha entre el 25 de agosto y el 25 de octubre -"te avisan justo 100 días antes"-, incluye tres semanas previas de entrenamiento, lo que aumenta el coste. Feijoo asegura que tiene prácticamente financiada su aventura gracias al apoyo de cuatro empresas vascas y de algunas multinacionales farmacéuticas.

Y es que su salida al espacio servirá para realizar tres experimentos sobre la diabetes. Volará junto a dos astronautas profesionales, el piloto y el copiloto, y probablemente otro turista espacial. Estará cuatro horas en órbita y alcanzará los 135 kilómetros de altura.

Para quien ha escalado el Everest y cruzado los dos polos, no parece necesario ningún entrenamiento especial. "Ahora, voy a ir a Australia a escalar, pero la preparación específica serán las tres semanas de entrenamiento antes del despegue", explica.

Feijoo, quien llevará en su traje una insignia del Athletic y una ikurriña en el casco, asegura que el viaje cerrará su etapa como astronauta. "No va a haber más porque también te juegas la vida en cualquier lanzamiento", concluye.