Las administraciones tienen la deuda por habitante más baja de España

Las administraciones vascas en sus tres niveles sumaban a fecha del pasado 31 de diciembre una deuda viva global de 3.296 millones de euros, una de las más bajas en el conjunto de España, lo que les permitirá afrontar la crisis en una posición ventajosa con respecto al resto de comunidades autónomas. El endeudamiento acumulado hasta esa fecha por el Gobierno vasco, las tres diputaciones y los 251 ayuntamientos supone una carga de 1.527 euros por habitante, según un informe elaborado por el Banco de España y dado a conocer recientemente por el Ministerio de Economía y Hacienda.

La Administración autonómica, que cerró el pasado ejercicio con una deuda de 893 millones, presenta el ratio más bajo por habitante (414 euros) en el cuadro nacional, con una holgada diferencia con respecto a su inmediato seguidor. Las obligaciones del Gobierno vasco con los bancos apenas representan el 1,3% del Producto Interior Bruto de la comunidad (PIB), cuando el promedio se sitúa en el 6,2%. El País Vasco mantiene esa posición pese a casi duplicar su pasivo financiero en el último trimestre del pasado ejercicio (en septiembre ascendía a 464 millones). Incluso con este incremento, el peso de la deuda se mantiene aún en los niveles más bajos de los últimos 15 años. A finales de los noventa, el Gobierno arrastraba una deuda siempre superior al 6% del PIB y llegó incluso al 7,9% en 1996 y 1997.

La deuda global de las instituciones vascas asciende a 3.296 millones

El endeudamiento del Gobierno supone apenas el 1,3% del PIB

Frente a los 414 euros de deuda gubernamental por habitante de Euskadi, otras autonomías con una población equivalente le superan con creces: Castilla y León (961 euros por ciudadano), Castilla-La Mancha (1.165 euros), Canarias (910 euros) o Galicia (1.398 euros). En lo más alto de la clasificación se sitúan Cataluña y la Comunidad Valenciana, con 2.475 euros y 2.413 euros por cada uno de sus residentes, respectivamente.

A la vista de esta situación, el margen del Ejecutivo vasco para recurrir a préstamos de los bancos resulta muy elevado. Cuando aún no se conocían estos números, el candidato socialista a lehendakari, Patxi López, llegó a proponer pasar a un nivel de endeudamiento del 5,7% del PIB vasco, hasta alcanzar los 3.300 millones y colocarse cerca del nivel de la media española (el 6,2%) para hacer frente a la crisis. En los presupuestos de este año, el Ejecutivo ha previsto endeudarse en 300 millones.

Las diputaciones son las que arrastran un mayor grado de endeudamiento en la comunidad autónoma: 1.908 millones en total, lo que equivale a 884 euros por ciudadano. Álava espera cerrar este ejercicio con 372 millones, Guipúzcoa con 385 millones y Vizcaya rondará los 1.100 millones. Han coincidido en aumentar este capítulo en sus presupuestos de este año para compensar la fuerte reducción de la recaudación por impuestos. En plena crisis, consideran inevitable acudir a los bancos para mantener los niveles de inversión en infraestructuras y el gasto en políticas sociales. Con todo, la deuda foral representa sólo el 2,7% del PIB vasco.

A los ayuntamientos les ocurre otro tanto. Su endeudamiento se elevaba a 495 millones (229 euros por vecino) en diciembre pasado, muy por debajo de los 566 que soporta cada persona en el resto de España. En términos absolutos, la tabla está encabezada por Vitoria, con 68 millones en total y 292 euros por habitante, pero en el puesto 50º del conjunto de municipios españoles [la lista completa de entidades locales se puede consultar en la la web del Ministerio de Economía y Hacienda, www.meh.es]. Le sigue en segundo lugar San Sebastián, con 45,8 millones, Irún (34,5), Barakaldo (27), Getxo (26), Rentería (21) y Tolosa (12). Tras ellos, con solo 10,9 millones, Bilbao, la novena ciudad más poblada de España, aunque superada por 294 ayuntamientos en esta materia.

Las cifras de los consistorios vascos resultan ridículas si se comparan con las que sufren Madrid, con 6.683 millones de deuda (2.080 euros por cada uno de sus vecinos), lo que equivale al doble de la deuda global en Euskadi. Valencia es segunda, con 801 millones, y le sigue Barcelona con 779 millones.

Ante esta situación más ventajosa, Eudel ya ha dado la consigna a las corporaciones de que no duden en endeudarse como medida excepcional para luchar contra el derrumbe económico. Los ayuntamientos vascos, que deberán devolver 100 millones a las diputaciones por el descenso recaudatoria, recibirán este año menos fondos forales ante la previsión de que los ingresos tributarios sigan a la baja. La deuda será la mejor medicina para no ver recortados sus recursos.