Trabajo seguro en tiempos de crisis

Un puesto de funcionario siempre es deseado. Pero sobre todo en tiempos de crisis económica y cuando la estabilidad en el empleo se va convirtiendo en un bonito sueño del pasado. Es lo que parece que han pensado las 13.000 personas que van a competir en Vitoria a partir del próximo fin de semana por sólo 150 plazas convocadas por la Diputación de Álava. Esos 13.000 aspirantes, que representan casi un 10% de la población activa alavesa (147.000 personas) se encuentran detrás de las 16.418 solicitudes admitidas a la oferta pública de empleo (OPE). Aproximadamente, cien candidatos para cada plaza, desde técnicos de administración general o ingenieros, hasta ordenanzas. Los 150 agraciados reforzarán la plantilla de la Diputación de Álava, formada por 879 trabajadores con una edad media de 49 años.

"Hoy por hoy, el de funcionario es el mejor puesto de trabajo", dice Nerea

Uno de estos funcionarios es Juan Carlos Fernández de Zañartu, afiliado de ELA que preside la Junta de Personal. Considera que la OPE llega tarde y debería haber sido más ambiciosa. "Desde 1993, la Diputación tiene unos 850 trabajadores. Si contamos las jubilaciones y el aumento de la carga de trabajo, las cuentas no salen. Lo que pasa es que el sector privado cada vez se lleva más trabajos, muchos de los cuales deberían realizarse por empleados públicos", critica.

Probablemente, muchos de los que se presentan a la OPE han tenido contacto con la Administración Pública. "Y saben que el funcionariado goza de muy buenas condiciones laborales. Es cierto lo de la crisis, que ha animado a la gente a presentarse, pero también es evidente que la calidad del trabajo en la empresa privada ha bajado en los últimos 30 años de manera considerable hasta rozar la precariedad en un alto porcentaje de empresas", añade Fernández de Zañartu.

Un subalterno gana como mínimo 24.000 euros brutos al año. Así que no extraña que se presenten 3.526 personas para las diez plazas que se convocan de esta categoría. Es la más baja; basta con el graduado escolar, aunque requiere conocimientos de euskera. Aunque el grupo con mayor número de aspirantes es el C, con 4.786 personas para 39 plazas; 13 de ellas de administrativo y cinco de guarda forestal, un puesto que tiene un salario bruto de 33.000 euros.

Javier Ruiz de Infante, licenciado en Derecho, concurre a una de esos puestos de administrativo, y también a las siete plazas que salen para quienes poseen su titulación. En estos últimos meses, ha estado preparando opositores en el sindicato CC OO, así que es un buen conocedor del temario. "Es amplísimo en todas las categorías, muy exigente, pero eso es al mismo tiempo bueno, porque su contenido es muy selectivo. Eso supone que quien lo ha estudiado pasa. En otras administraciones las pruebas son más sencillas, aprueba mucha gente y al final la oposición se convierte en un concurso de méritos".

El análisis de Ruiz de Infante lo corrobora Nati Sánchez, de 37 años, que por primera vez se presenta a una OPE de la Diputación, pero conoce bien las del Ayuntamiento de Vitoria, el Gobierno vasco o el Ministerio de Justicia. "Hoy por hoy, el de funcionario es el mejor puesto de trabajo: seguridad, horario fijo, sin obligación de meter horas gratis, derechos laborales reconocidos...", enumera.

Nerea, que se presenta a una de las nueve plazas de técnico de administración general, no quiere facilitar más datos sobre su persona. Teme que se enteren en su actual trabajo. "A mi jefe no le gusta que no valoremos el trabajo en su empresa, pero está claro que, en tiempos como estos, una plaza de funcionario es el mejor puesto", comenta.

El próximo fin de semana, entre el sábado y el domingo, esas 13.000 personas acudirán al Pabellón Buesa Arena para enfrentarse al primer examen de la oposición, ante 38 tribunales, formados por cinco personas cada uno. La prueba estará tutelada por 90 personas. Además, se han habilitado los recursos y materiales adecuados para las personas discapacitadas, para las que se ha reservado un cupo de nueve plazas, dos de técnico de administración general, tres de administrativo, dos de auxiliar administrativo y dos de subalterno. Por ejemplo, durante el desarrollo de las pruebas habrá intérpretes de lenguaje de signos y se contará con mesas o pantallas especiales para facilitar la realización de las pruebas escritas.