San Telmo ya está completo
El 'lehendakari' inaugura la exposición permanente del museo - Los ciudadanos pueden visitar desde hoy los fondos etnográficos
"Guía, manual imprescindible, referencia fundamental para todos aquellos que quieran conocer nuestra sociedad, región, evolución, país...". Patxi López visitó ayer, por primera vez desde que se abriese, el renovado Museo San Telmo de San Sebastián. El lehendakari, antes de iniciar un recorrido por las salas que albergan la colección permanente, ensalzó, en el claustro del antiguo convento sobre el que se erige el centro, los objetivos que se ha marcado el Museo como referente y cronista de la sociedad vasca.
López además destacar que la cultura "es la base del crecimiento de toda sociedad", herramienta para "formar a una ciudadanía más culta, y por tanto, más crítica y autónoma". El lehendakari, acompañado por la directora de San Telmo, Susana Sotos, la diputada de Cultura de Guipúzcoa, María Jesús Aramburu, y el alcalde de San Sebastián, Odón Elorza, visitó las salas que a partir de hoy la ciudadanía podrá ver. Hasta ahora, el centro, aunque inaugurado a principios de abril, sólo había acondicionado el área destinada a las exposiciones temporales.
López destaca que el centro es una "guía para el que quiera conocer" Euskadi
El museo alberga el collar rupestre de Praileatiz o la primera gramática vasca
Los fondos de San Telmo, divididos en áreas temáticas, se articulan en un espacio expositivo de cerca de 3.000 metros cuadrados, entre los que se incluye la iglesia del siglo XVI. A los recorridos eminentemente etnográficos se suma la colección de Bellas Artes, de la que se exponen 200 obras, entre pinturas y esculturas, de las cerca de 1.400 que posee el museo.
La colección permanente arranca en la iglesia del antiguo convento con un audiovisual sobre la historia del edificio y los desafíos que debe encarar en el futuro la sociedad vasca, como la inmigración o la sostenibilidad. Además, los muros del que fuera templo albergan los famosos lienzos de José María Sert, con los que el artista retrató en 1932 a la sociedad guipuzcoana.
La evolución de Euskadi, desde la Prehistoria a la actualidad, queda encerrada en San Telmo a través de multitud de restos y objetos, donados por el Gobierno vasco, la Diputación de Guipúzcoa, y la propia ciudadanía. En el área Huellas de la memoria, que abarca desde los tiempos más remotos al siglo XVIII, destacan piezas como el collar prehistórico de Praileaitz, el libro de ejercicios espirituales de Ignacio de Loyola, la primera gramática de euskera de Manuel de Larramendi o la espada de Boabdil. Vestigios del desarrollo y evolución de la sociedad vasca que en Despertar de la modernidad, culminan, entre otros, con un Fiat 600 o una camiseta de la Real Sociedad y otra del Athletic, de los años 20 y 30.
El lehendakari también quiso subrayar que el Museo explica que "Euskadi ha sido tradicionalmente un espacio de convivencia, de diferentes culturas y formas de pensar" y que lo expuesto en San Telmo evita "la salida fácil de las respuestas uniformes".
Una de las piezas que se exhibe en Vascos del siglo XXI.
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