Lectores en la arena
La fotografía influye y se deja afectar por otras disciplinas. De esta manera, se convierte en recurso expresivo necesario de lo que hoy denominamos artistas visuales. Con todo, refresca la memoria encontrarse con exposiciones que responden a la más pura ortodoxia fotográfica. Aquella que en origen se obtenía sobre soportes con emulsiones de plata. Me refiero, permítanme la expresión, a la fotografía argéntea, hoy mal llamada fotografía analógica por diferenciarla de las realizadas en soporte digital, aunque finalmente todas mantengan grado similar de analogía con el referente. Pero reflexiones de este tipo llegan viendo exposiciones como la de Ramón Serras (Zarautz, 1943) en la sala de Torre Luzea de su localidad natal.
Escribir sobre este fotógrafo es hacerlo sobre la historia de la fotografía. Aunque los desafortunados diccionarios escritos en castellano y referidos a esta materia no se dignen a nombrarlo, su figura es clave para la fotografía en Euskadi y también en España. Pero es de suponer que no tardarán en llegar las correcciones pertinentes por parte de sus autores.
Serras ha tocado todas las técnicas de la fotografía, incluidas las más novedosas. Además de haber publicado numerosos libros y folletos, es fundador del único museo de fotografía existente en España. Sus imágenes pueden encontrarse en distintas colecciones privadas y también en instituciones.
A todo esto hay que sumar su manera de trabajar. Elige un tema y lo desarrolla hasta la saciedad, para luego elegir lo más interesante. Pero no precisa de acontecimientos excepcionales. Tampoco busca países exóticos financiando sus viajes con los fondos de ONGs de cuentas oscuras.
Resuelve sus inquietudes extrayendo los temas de su entorno más próximo. Con paciencia, humildad y dificultades en el andar, consigue encontrar un Salón de lectura en las arenas de su playa. Gentes de distintas edades y condición social leen en la playa de Zarautz. De pie, sentados, tumbados cara al sol o apoyando los codos sobre la arena, leen. Y mientras lo hacen, les han tomado su imagen sin darse cuenta. De esta manera, positivada en blanco y negro por su propia mano, nuestro fotógrafo presenta su exposición.
Una colección de imágenes impecables. Sencilla, pero llena de calor y contenido, es un regalo para los ojos de quien sabe disfrutar con escenas entrañables, en las que se encuentra cómodo por ser el espejo de una actitud que también ha podido mantener disfrutando de sabrosos baños de mar. Una exposición donde engancha el tema y la ternura de los momentos elegidos.
Ramón Serras. Salón de lectura. Sala Torre Luzea. Calle Nagusia, 28. Zarautz. Hasta el 20 de mayo 2007. Horario de visitas: Laborables, de 18.00 a 21.00. Festivos, de 12.00 a 14.00, y de 18.00 a 21.00.
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