Educación se estanca en la reforma de los tres modelos

El reloj corre en contra del Departamento de Educación en la reforma de los tres modelos lingüísticos. El consejero, Tontxu Campos, presentó el 9 de marzo del año pasado en el Parlamento el proyecto del nuevo modelo lingüístico, que acaba con los actuales y resume todo en uno solo. Ese modelo único exigirá a los alumnos un alto nivel de euskera, concediendo a este idioma la condición de lengua principal. Los estudiantes también deberán acreditar unos determinados niveles en castellano e inglés. La justificación de la reforma es que el sistema actual no logra que todo el alumnado finalice la enseñanza obligatoria con un dominio suficiente del euskera.

Hasta aquí los objetivos de la consejería. El paso del tiempo está confirmando los peores temores de los responsables educativos: la dificultad de afrontar una reforma de este calado sin contar con un amplísimo respaldo de la comunidad educativa y de los partidos políticos. Campos pretendía mandar al Parlamento el proyecto, que incluía la reforma de la Ley de Escuela Pública (que es la que desarrolla los modelos) antes de que finalizara 2007.

Sin embargo, por ahora no hay noticias. Desde el departamento se insiste en que se remitirá antes del verano. El equipo de Campos se afana en atar los cabos jurídicos para que no haya ningún flanco legal por donde atacar, a la vez que intenta acercar posturas con la oposición. PSE y PP se opusieron con rotundidad. El tripartito podría sacar adelante la reforma gracias al apoyo de EHAK. Pero modificar uno de los puntales del sistema educativo con una exigua mayoría y con la comunidad educativa dividida comporta un enorme riesgo.

Además, el lehendakari Juan José Ibarretxe podría disolver de manera anticipada la Cámara si en el pleno previsto para junio no autoriza su consulta soberanista. De esta forma, se convocarían elecciones y la aprobación del proyecto sería imposible esta legislatura. Por si fuera poco, el Tribunal Superior de Justicia del País Vasco (TSJPV) estudia un recurso del PP al currículum educativo, cuyo telón de fondo es la primacía del euskera sobre el castellano. A falta de la sentencia, el Tribunal ya ha advertido que el modelo A se encuentra vigente mientras no se reforme la Ley de Escuela Pública Vasca.