ELA y LAB se niegan a participar en la mesa de siniestralidad del Gobierno
La patronal pedirá que la normativa de prevención se adapte a las 'pymes'
Una vez más, los sindicatos nacionalistas dan plantón al Gobierno vasco. Tanto la central mayoritaria en Euskadi, ELA, como LAB anunciaron ayer que no acudirán a la reunión extraordinaria de mañana convocada por la Viceconsejería de Trabajo y Seguridad Social para analizar el problema de la siniestralidad laboral. La patronal y las centrales CC OO y UGT confirmaron su asistencia. LAB y ELA argumentan que no quieren participar en lo que, en su opinión, es "un mero lavado de cara" del Gobieno vasco ante el elevado número de accidentes, con seis mortales en un intervalo de apenas ocho días.
"El consejero quiere una foto con los agentes sociales para dar la impresión que la siniestralidad le preocupa. No se la vamos a dar", resumió el secretario general adjunto de ELA y futuro dirigente de la central, Adolfo Muñoz. Su sindicato rechaza cualquier intento de diálogo multilateral. Argumenta que la siniestralidad tiene causas estructurales (la subcontratación, la carencia de formación, la temporalidad, entre otras) asociadas a la fragilidad del trabajador frente al empresario; y que resolverlas implica enfrentarse sistemáticamente a los empresarios. Y según Muñoz, el Gobierno vasco "no está dispuesto a hacer absolutamente nada que moleste a la patronal" porque "siempre se coloca a su lado" cuando hay intereses divergentes entre los sindicatos y los empresarios". LAB alegó motivos similares para no acudir a la reunión.
Ambos sindicatos ven en la reunión de mañana un mero "lavado de cara"
"Nadie niega que la responsabilidad de los accidentes sea del empresario, es lo que dice la ley, pero estos suceden y tenemos que arrimar el hombro para evitarlos", señaló un portavoz de Confebask. La patronal planteará mañana sus objeciones a una normativa que, a su juicio, está pensada para las grandes empresas y se adapta mal a las pequeñas y medianas empresas (pymes), que carecen de los medios necesarios. También pedirá una mejora de los indicadores y estadisticas en torno al problema.
El responsable de Salud Laboral de CC OO, Jesús Uzkudun, aseguró ayer que el departamento de Azkarraga "no ha demostrado ninguna voluntad" para atajar el problema. Aún así, confirmó la asistencia de su central. "Se pueden tener muchas quejas sobre el Gobierno y no por ello no se debe participar. Nosotros plantearemos las nuestras en la mesa", añadió Uzkudun.
"Que ELA y LAB no acudan es de una total irresponsabilidad, sobre todo por parte de la central mayoritaria", declaró Pilar Collantes, responsable de Salud Laboral de UGT Euskadi. "Ya está bien de que los dos sindicatos digan que la lucha contra la siniestralidad es prioritaria para después obrar en función de sus intereses. Llegaremos a acuerdos con los que quieran hacerlo", añadió Collantes. El Gobierno vasco no quiso comentar el plantón de ELA y LAB.
Otro episodio de un desencuentro
Las cosas han cambiado desde aquel domingo de 1911 en el que el PNV promovió el nacimiento de la central nacionalista. El de ayer añade un episodio más a la lista de desencuentros entre ELA y el Gobierno vasco.
El origen de muchas de estas diferencias está en la estrategia soberanista de confrontación con el Estado que propugna la central, eterna partidaria de reeditar el Pacto de Lizarra, una acumulación de fuerzas políticas y sociales nacionalistas para forzar la ruptura. "Estamos en Lizarra, y con eso decimos dónde estamos y dónde no", responden sus dirigentes cuando se les pregunta qué opinan sobre la consulta del
lehendakari
Ibarretxe.
Cuando ELA, junto a LAB, salió el pasado año de Hobetuz, la Fundación Vasca para la Formación Continua, acusó al Ejecutivo de renunciar a crear un marco vasco de relaciones laborales. La central ha ido abandonando otros organismos sociolaborales en los que tenía que sentarse en la misma mesa que el Ejecutivo. Siguieron el Consejo de Relaciones Laborales y el Consejo Económico y Social, caso más reciente que data de junio pasado.
La brecha no hizo más que ahondarse cuando el Tribunal Vasco de Defensa de la Competencia empezó a investigar, en marzo pasado, si los sindicatos habían participado en algún acuerdo para evitar la apertura de establecimientos comerciales en festivos. ELA puso el grito en el cielo contra lo que calificó de "una operación de acoso y derribo" contra la libertad sindical orquestada por un Gobierno vasco "sometido a los intereses de la patronal".
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