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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

El preso común más antiguo

Encontré a Miguel cualquier día en los periódicos, o en la televisión, ni lo recuerdo. Era una noticia sucinta, una más, pero me produjo la sensación de que ahí había una historia que conocer. Viajé hasta Huelva y allí, detrás de un cristal blindado, estaba Miguel Montes Neiro. Lleva casi 36 años detrás de ese cristal. Es el preso común más antiguo de España; ahora ya de Europa.

Miguel me contó que nunca había empuñado un arma, que nunca había herido a nadie; pero un pequeño robo, una fuga, y otra fuga y otra le habían encadenado a una prisión, y a otra y a otra. Miguel pisó su primera cárcel cuando aún no había muerto Franco. Ahora tiene 61 años, aunque parece que tiene 81. Está viejo y enfermo, y desde hace mucho cree que en España sí hay cadena perpetua, aunque la ley dice que no. Nunca probó la droga, ni siquiera allí dentro. Está débil por su huelga de hambre, pero fuerte porque cree que algún día saldrá para pasar un rato con sus dos hijas antes de morirse, que alguien se dará cuenta de que él ya no debería estar en la cárcel porque 36 años son demasiados para un delincuente cuyo delito más grave ha sido fugarse.

Yo me he dado cuenta de que Miguel ya no debería estar dentro, pero no soy juez y tampoco he pasado ninguna mañana de viernes en el Consejo de Ministros. A Miguel acaban de trasladarle a la prisión de Albolote, en Granada. Iré a verle, quizá por última vez.

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