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Análisis:EL ACENTO
Análisis
Exposición didáctica de ideas, conjeturas o hipótesis, a partir de unos hechos de actualidad comprobados —no necesariamente del día— que se reflejan en el propio texto. Excluye los juicios de valor y se aproxima más al género de opinión, pero se diferencia de él en que no juzga ni pronostica, sino que sólo formula hipótesis, ofrece explicaciones argumentadas y pone en relación datos dispersos

Memoria catalanista

Las memorias de Jordi Pujol, cuya primera parte (1930-1980) se publica ahora, son las de un padre de la patria: de la patria catalana, cuyo gobierno presidió durante 23 años, pero también, para muchos no catalanes, de la España democrática actual.

Persona culta -habla media docena de idiomas y ha publicado una docena de libros-, médico que nunca ha ejercido, padre de 7 hijos, su biografía es la de un católico catalanista que decide desde su adolescencia, en pleno franquismo, hacer lo que considera de utilidad para la causa con la que se identifica; participa en grupos cristianos como la Comisión Abat Oliva por la reconciliación entre los catalanes divididos por la guerra civil y se implica en el activismo cultural y político (pintadas, siembra de octavillas) catalanista.

En 1960, recién cumplidos los 30, fue detenido y juzgado en un Consejo de guerra acusado de haber participado en la organización de una protesta (consistente en entonar el Cant de la senyera, de Joan Maragall), en el acto de conmemoración del centenario del nacimiento del poeta, celebrado en el Palau de la Música y al que asistió algún ministro de Franco.

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En el libro relata Pujol las torturas a que fue sometido para que reconociera su intervención en la convocatoria. Torturas, Consejo de guerra y varios años de cárcel por unas octavillas invitando a cantar un poema en catalán: eso sí que era represión, y no la que ayer dijo haber padecido un diputado de ERC a propósito de las limitaciones al empleo del catalán en la tribuna del Congreso.

Pujol admite haber dado a sus torturadores el nombre del impresor de las octavillas, y relata el encuentro con él en comisaría. "Le pedí disculpas", dice con sencillez. A lo que el hombre respondió: "ya sabe que lo he hecho por convicción; no se preocupe".

El libro da cuenta de muchos episodios de los que Pujol ha sido protagonista o testigo de primera fila, como la negociación del regreso de Tarradellas, con quien siempre tuvo una difícil relación, o sus iniciativas económicas (Banca Catalana), periodísticas (adquisición de la revista Destino, que Fraga suspendió, y del diario El Correo Catalán) y políticas (Convergència Democrática). "No les quitaré la razón", dice en el libro respecto a quienes le acusaron de botiguer y de payés.

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