Desaparecidos en Honduras
Tomás Nativí Gálvez era, o es, profesor, periodista y sindicalista. Era, o es, hondureño. Desde hace 13 años nadie sabe dónde está. Tenía 33 años; ahora tendría, o tiene, 46. Tomás Nativí Gálvez es uno de los más de 100 hombres y mujeres desaparecidos en Honduras durante la década de los ochenta. A lo largo de todos estos años las autoridades han prometido siempre investigar cada caso. Pero hasta ahora nunca lo han hecho. El pueblo hondureño sabe que las autoridades, tarde o temprano, acaban negando los casos de desapariciones. Pero ese mismo pueblo no se resigna, y por eso sigue preguntando por la suerte de los suyos..Tomás Nativí fue secuestrado el 11 de junio de 1981, en su propia casa, por tres hombres enmascarados que irrumpieron en su cuarto mientras dormía con su mujer. Desde hacía un tiempo había sido objeto de detenciones arbitrarias y de torturas. Pocos dudan de que quienes le secuestraron fueron, una vez más, miembros de las fuerzas de seguridad.
Han pasado casi 13 años. Parecería lógico suponer que Tomás Nativí ya no vive, que ya no merece la pena seguir insistiendo por él. Pero su esposa y sus tres hijos no deben pensar lo mismo. Tampoco las esposas, maridos, hijos o padres del resto de los más de 100 desaparecidos dan por muertos a quienes sólo recuerdan vivos la última vez que les vieron. Un hombre desaparecido nunca está muerto. Siempre está vivo. Quizá le olviden las autoridades de su país, pero nunca le puede olvidar Honduras. Mientras tanto, los familiares de Tomás Nativí deberían saber que, desde el otro extremo del Atlántico, hay personas que nunca conocieron personalmente a Tomás Nativí Gálvez, pero que se resisten a olvidarle o a enterrarle antes de tiempo-
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