Educación para la Ciudadanía
Yo que fui educado en las excelencias de la Formación del Espíritu Nacional (FEN) -abríamos las clases bisemanales cantando el Cara al sol-, no entiendo por qué la Iglesia cree poder inmiscuirse de forma virulenta y espasmódica contra las decisiones del poder social.
En Europa existen asignaturas semejantes con presencia curricular desde la hora semanal de 3º a 6º en Bélgica, Grecia o Portugal, hasta las 855 horas repartidas de 1º a 9º en Suecia.
La Educación para la Ciudadanía es materia transversal en Austria, Dinamarca, Francia, Irlanda del Norte, Bulgaria, Malta y Chipre, y es materia integrada en Bélgica, República Checa, Alemania, Irlanda, Luxemburgo, Inglaterra, Hungría, Países Bajos, Polonia, Eslovenia, Eslovaquia, Finlandia, Gales, Liechtenstein e Islandia.
Creo que el problema de la Iglesia católica en España no debe centrarse en la asignatura en cuestión. Pienso que deberíamos plantearnos con seriedad la importancia de normas como el Concordato en su totalidad, la financiación de la Iglesia católica y el sistema educativo que da lugar a incongruencias como los colegios concertados.
Un Estado moderno ha de ser laico y aconfesional, ambos atributos al tiempo, lo que es incompatible con un Concordato anticuado, ademocrático e involucionista. Igualmente, no es labor del Estado financiar creencias o ideologías: no estamos en tiempos de César.
De manera semejante, el MEC debería acabar con los colegios privados concertados, fuente de conflicto y desigualdad. En estos centros se adoctrina a los educandos en creencias como la católica, y esta labor debería circunscribirse a las parroquias y centros privados que a tal efecto se destinen.
La estructura de los colegios concertados, muchos de los cuales exigen, incluso, el uso de uniformes elitistas, se ha convertido en un negocio cuyos beneficios se obtienen de la subvención estatal -dinero del contribuyente-, a la que suman pingües ingresos por conceptos como comedor, transporte o actividades extraescolares, por los que se ingresan de 100 a 400 euros por mes y niño.
Han pasado 30 años desde Suárez. Es hora ya de cortar el cordón umbilical con Roma.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.