_
_
_
_
Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Derechos humanos y Juegos Olímpicos

China es injustamente tratada.Parece que Occidente ha olvidado que China está haciendo en una generación lo que la mayoría de los países occidentales han hecho -y aún no han acabado de hacer- en siglos.

Cuando Occidente reclama derechos humanos a China parece haber olvidado que, aunque nos consideremos paradigma de la democracia y paladines de los derechos humanos, tan sólo un par de generaciones atrás aceptábamos la esclavitud como normal y, aunque oficialmente abolida, sus secuelas perduran hoy.

Occidente parece haber olvidado que no hace mucho, en la Revolución Industrial del Siglo XIX, aceptábamos el trabajo infantil en fábricas y minas, y que hoy seguimos utilizando mano de obra barata, baratísima (e infantil), de países en vías de desarrollo para fabricar productos de consumo en nuestros países desarrollados.

El Occidente democrático, civilizado, culto y modélicamente respetuoso con los derechos humanos al que todos orgullosamente pertenecemos, este Occidente nos ha regalado las perlas de un Abu Ghraib, un Guantánamo, unas penas de muerte cuestionadas pero no anuladas, unos florecientes negocios de prostitución infantil, unas Operaciones Cóndor (por citar una bien conocida) para defender dictaduras.

Nuestro modélico Occidente, a pesar de disponer ya del potencial tecnológico necesario, no se decide a lanzarse de lleno de una maldita vez al desarrollo de las energías limpias y librar al planeta de su dependencia de los combustibles fósiles.

Por su cultura, el chino procura no ofender ni criticar nunca a un interlocutor -y menos en público-, y tampoco necesita demostrar que es mejor que otros aireando defectos ajenos. Pero sería un error confundir esta educación china con debilidad.

Por honestidad, Occidente haría mejor en no exigir a otros lo que ni él mismo cumple y mostrar cierto respeto por un país que, no lo olvidemos, está ganando -o ha ganado ya- su primera y más importante primera batalla: la batalla contra el hambre que sufrían sus gentes, y está caminando hacia la modernidad con una inteligencia que salta a la vista.- Santiago Rosales. Barcelona.

De nuevo, en los Juegos Olímpicos, como cada cuatro veranos, el mundo mira a una sola ciudad, de madrugada o con el sol machacando, frente a la televisión o Internet. Los protagonistas son deportes como el atletismo o el baloncesto, pero también el tiro con arco o el remo. El fervor de la competición.

Recordaremos hazañas sorprendentes que aún no tienen nombre porque no sabemos que existen. Recordaremos a un gran país con pequeños dirigentes. A un COI que se sorprendió de que China no cambiara, cuando nunca unos Juegos abrieron los ojos de quien los organiza. Y a unos países, empezando por el nuestro, muy hipócritas.

Pero todo lo taparán los récords, los llantos, los aplausos y el sudor orgulloso del trabajo bien hecho. En fin, el deporte.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_