Censura en Caracas
Venezuela celebra elecciones legislativas el 26 de septiembre y para el Gobierno del presidente Chávez todas las precauciones son pocas para asegurarse la victoria. Primero fue la renovación de licencias a los medios audiovisuales, en virtud de lo que Radio Caracas Televisión, archipopular por sus culebrones pero crítica con el poder, fue cerrada hace tres años, pero la prensa, impresa o digital, cuya libertad de acción es más difícil legalmente de coartar, se había librado de amenaza semejante, aunque no del hostigamiento verbal y multas ocasionales.
La invocación, sin embargo, de una Ley de Protección de Niños, Niñas y Adolescentes ha sido el instrumento con el que un juzgado de primera instancia prohibió, el pasado 17 de agosto, la publicación de imágenes "violentas, sangrientas, grotescas, bien sean o no de sucesos" que puedan impresionar a la niñez o la adolescencia. Y que el Poder Judicial funciona como correa de transmisión del Poder Ejecutivo es verdad revelada.
La medida se tomó como respuesta a la aparición el día 13 en la primera página del rotativo caraqueño El Nacional de una funeraria en la que estaban apilados 11 cadáveres desnudos, como acusación al Gobierno que niega o trata de minimizar la escalada galopante de la criminalidad, sobre todo, en la capital. La foto había sido tomada hace casi dos años, pero el diario la utilizó para subrayar una realidad de por sí truculenta.
En Venezuela sigue habiendo, sin embargo, opinión pública, y el clamor en el que participaron destacados periodistas del chavismo moderado, como el director de Últimas Noticias, el diario de mayor difusión del país, hizo que la prohibición se suspendiera por un mes para que se sustanciaran en los tribunales diversas demandas contra El Nacional.
Teodoro Petkoff, director del diario antichavista Tal Cual, señalaba que no podía ser casualidad que esa incertidumbre se produjera un mes antes de las elecciones, cuando la campaña de la oposición se ha centrado en la corrupción, el desbarajuste gubernamental y su impotencia para combatir la ola de delincuencia común. Chávez contraataca diciendo que todo forma parte de una conspiración internacional. Pero, ¿quién censura a quién?
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