"Sí, tenemos decididamente 'Una relación pornográfica' para rato"

"Sí, tenemos Una relación pornográfica para rato", dicen a coro los actores Pastora Vega y Juan Ribó. Y como la frase puede tener segundas lecturas se miran y se desternillan. Lo que está claro es que, piensen lo que piensen, solo lo saben ellos y tan rotunda afirmación solo se puede tomar, desde fuera, como lo que es. Que el montaje teatral que protagonizan y con el que ahora recala en el Teatro Lara de Madrid a partir del día 17 les está yendo de maravilla, les está proporcionando una de las aventuras escénicas más importantes de sus vidas y no piensan dar carpetazo al espectáculo.

Una relación pornográfica es la versión teatral de la película francesa de Une Liaison pornographique, de 1999, dirigida por Frédéric Fonteyne con Nathalie Baye, Sergi López y Paul Pavel como protagonistas y traducida en España por el desafortunado título de Una relación privada. Años después, en 2003, fue en Francia donde se puso en pie la primera producción teatral de este guión de Philippe Blasband, con Émile Beaudry y Amélie Carrie, como protagonistas bajo la dirección de Michel-Maxime Legault.

La obra tiene su origen en el guión de una película de Frédéric Fonteyne

En España se ha encargado de la dirección Manuel González Gil

En España se ha encargado de la dirección el argentino Manuel González Gil, al que se conoce fundamentalmente por las puestas en escena que ha hecho a montajes de Miguel Ángel Solá y Blanca Oteyza. La versión que han manejado, hecha ex profeso para este montaje es brillante y fluida, y Blasband, cuando asistió al estreno del pasado mes de junio en Barcelona, se quedó encantado con el trabajo del dramaturgo español José Ramón Fernández, responsable de la versión. De hecho, llegó a verbalizar, tras enterarse de que los protagonistas de la versión española son pareja en la vida real: "creo que es perfecto para esta obra".

La historia se ha respetado totalmente. Un individuo, a quien nunca se ve, entrevista por separado a los protagonistas de un romance; un hombre y una mujer maduros que se conocen a través de un anuncio en una revista de contactos. Al final, lo que empieza siendo una relación esporádica, se convierte poco a poco en algo más... Pero los miedos, el terror que tienen esos personajes a ser heridos por el amor, les impide que lo que empieza siendo una posible sórdida historia de sexo y poco más, se convierta en una bellísima historia de amor.

González Gil, que no había visto la función desde su estreno, se ha quedado sorprendido por lo mucho que ha crecido el montaje en estos meses de gira: "Tiene más ritmo, y sobre todo más verdad", señalan los actores, quienes creen que se ha clarificado ese salto que hay en el montaje que les lleva, a ellos y a los espectadores, de las escenas que son recuerdos a las que se desarrollan en el presente. "Es un juego que nos gusta, porque es difícil; ahora el montaje tiene una calidez muy próxima", dice ella. Y él añade: "Hay que tener en cuenta que ni el texto ni el montaje aportan datos biográficos de estos personajes, tenemos que hacernos nosotros nuestro mapa interior, el del recuerdo y el del presente". Además, Pastora siente que con este montaje se ha lanzado como actriz de escenarios, oficio que había ejercido poco en su larga trayectoria profesional: "Este personaje ha quitado miedos a la Pastora actriz y yo le he dado mucho de mí porque no sabía nada de ella", apunta.

También los dos coinciden en que el Teatro Lara es un espacio más exigente, "pero que va a favor de la obra, es como si este espacio estuviera más en la naturaleza del texto, de la historia; hay teatros que enfrían y el Lara es una lupa, y lo bueno y lo malo se ve mucho".

Pastora además se muestra especialmente contenta con esta bella bombonera teatral porque les facilita especialmente defender la intimidad del espectáculo, sin olvidar que le emociona el saber que su bisabuela Pastora Imperio estrenó ahí El amor brujo que Falla escribiera para ella y también hizo Dónde vas Alfonso XII y su tía Pastora Vega ha actuado hace poco con Juego de damas: "Hay una energía muy particular en este espacio que está igual que hace doscientos años", concluyen este par de actores que ahora rastrean textos porque les gustaría hacer más teatro juntos. Y seguir paseando juntos por la vida.