Cinco lugares para inspirarse y celebrar el Día del Diseño
Un lugar para conservar el tiempo en Madrid, como la Estufa fría del Jardín Botánico. O para adorar a la diosa guerrera y protectora de las artes, Minerva, en la terraza del Círculo de Bellas Artes. O inspirarse contemplando (y tocando) la escultura Sirena varada, de Chillida, en el Museo al aire libre en la Castellana. O si no, simplemente, empapándose de diseño teórico y práctico en Matadero y después contemplar sosegadamente Madrid desde la terraza de la Casa Encendida. Cinco arquitectos y diseñadores -Luis Úrculo, Pedro Feduchi, Helena Rohner, Óscar Mariné y Belinda Tato- han elegido cinco lugares para celebrar, hoy, el Día Mundial del Diseño.
Los cinco arquitectos y diseñadores explican por qué han elegido esos espacios ocultos y mágicos de Madrid.
- Pedro Feduchi, arquitecto: la estatua Minerva. "La diosa guerrera y malhumorada, la protectora de la sabiduría y de las artes, no lleva muchos años en el cielo de Madrid. A pesar de que parece que hubiera estado ahí desde mucho antes, se colocó a mediados de los sesenta. Algo que concuerda bien con esta ciudad de cielos altos y con vocación puntiaguda, donde el diseño no se encuentra aún entre sus tópicos actuales. Ecléctica y desprejuiciada, quizás las mejores cualidades de Madrid, es también olvidadiza y desmemoriada. Por eso, la diosa debe recordar que en los años treinta Madrid era ciudad moderna y a diario se encendían nuevos luminosos y se colocaban grandes letreros en sus escaparates. Desaparecieron como casi todo lo que olía a modernidad. Adiós a la palmera de Casablanca, al camello del Carrión, a las modernas tipografías de palo del café Negresco, de la tienda de Discos Rekord o del Teatro Cine Fígaro. Hoy tenemos que pedirle a Minerva que en su Día Internacional vele por que el diseño recupere lo que antaño fue para Madrid".
- Luis Úrculo, arquitecto: estufa fría del Jardín Botánico. "Es un lugar poco conocido, escondido, y de los pocos que conserva el tiempo. Madrid se está deshaciendo poco a poco y este lugar es como si la mantuviera. Remite a Perec, que en su libro Especies de espacios habla sobre cómo en las ciudades va desapareciendo el tiempo. Es un material invisible con el que trabajar que valoro mucho. Los diseñadores siempre quieren construir más que conservar. El mío es un planteamiento nostálgico del diseño, me siento más cómodo en lugares que tienen detrás una historia, una herencia de alguien anónimo. Y este lugar ofrece además la oportunidad de estar solo, como en un jardín privado, y eso es muy difícil en Madrid".
- Helena Rohner, diseñadora: escultura 'Sirena varada'. "Mis obras pesan apenas unos gramos. Pero mi lugar de inspiración es frente a esa masa de más de 6.000 kilos. Me encanta la rotundidad de su peso rugoso de hormigón, con las marcas del encofrado. Pero casi me gusta más lo que no hay, el vacío que Chillida ha dejado dentro, su juego de aire, su delicadeza casi de porcelana. Ahora le llaman la Sirena varada (creo que el vasco genial la llamó Lugar de Encuentros III). Para mí es mágica la sensación de esa mole flotando. Y también es mágico el lugar donde está, ese Museo al aire libre bajo el puente de Juan Bravo, una isla de silencio detenido dentro del ruido y las prisas de la Castellana. La sirena vive junto a joyas de Miró, de Julio González, de Martín Chirino, de Miralles. Vecinos maravillosos. Un secreto: si ponéis la mano sobre ella, como hago cada vez que paso cerca, veréis que el hormigón vibra, no sé si por el tráfico sobre el puente o porque la belleza siempre tiene dentro, latiendo, un corazón".
- Óscar Mariné, diseñador: Matadero. "Aunque la gran apuesta del Ayuntamiento ha sido el teatro, y con gran éxito por cierto, Matadero podría ser la gran sede del diseño español. Madrid, que ya ha brillado en el mundo como capital creativa, podría convertirse en capital del diseño europeo como hizo en su momento Milán. Es un sueño, pero el diseño podría convertirse en motor de la recuperación económica, siempre que las grandes empresas españolas y la industria se lo crean y consuman diseño. Con su central del diseño, Matadero ya ha puesto la primera piedra, una apuesta por el Made in Spain".
- Belinda Tato,arquitecta: terraza de la Casa Encendida. "Es un espacio público que ofrece una mirada sosegada de Madrid, lejos del estrés y el ruido de la ronda de Valencia. Es interesante que los edificios ofrezcan sorpresas así: por ejemplo, la terraza-restaurante de la Universidad UNED en Lavapiés, a la que se accede a través del propio edificio docente o la Casa de Granada, centro social y restaurante en la última planta del número 17 de la calle del Doctor Cortezo. Edificios mixtos que albergan viviendas, oficinas, sala de exposiciones o un club de jazz hacen más estimulantes las ciudades y favorecen los contactos y redes creativas entre los ciudadanos. Cuantas más sorpresas ocurren en una ciudad, más estimulante resulta vivir y trabajar en ella"
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.