Un hospital rechaza a una parturienta por falta de camas
El centro no facilitó una ambulancia para el traslado
Los cinco kilómetros escasos que separan Campo Real, donde viven, de Arganda decidieron a África y David, una pareja de treintañeros, a dar a luz a su hijo en el hospital público del Sureste. También sus habitaciones individuales y las novísimas instalaciones, inauguradas hace un año y medio. El momento llegó el martes pasado. África rompió aguas poco antes de la una de la madrugada. En apenas cinco minutos estaba en urgencias, donde la monitorizaron a la espera del parto. Todo normal, hasta que dos horas después llegó la ginecóloga y les dijo que había un problema. No tenían camas libres. Los mandaba al Gregorio Marañón. Pero no en ambulancia, sino en su coche.
"La doctora nos preguntó cómo habíamos llegado. Al decirle que en coche, nos dijo que fuéramos al Marañón por nuestros medios, porque la ambulancia iba a tardar tres horas o tres horas y media", relata David al teléfono. No daban crédito. "También nos dijo que no creía que hubiera problema de camas en el Marañón, pero que si lo había tendríamos que ir al 12 de Octubre", añade. Ante la perspectiva de tener que recorrerse medio Madrid con su mujer de parto, David pidió el alta. "Le dije que nos íbamos a una clínica privada". Así hicieron. La niña nació sin complicaciones en la Clínica Belén y ayer madre e hija estaban ya en casa.
La ginecóloga recomendó que fueran al Marañón en su propio coche
Todo salió bien, pero la pareja cree que no les atendieron correctamente. Por eso denunciaron el caso a la Asociación El Defensor del Paciente, que ayer pidió a Sanidad que "depure responsabilidades". El hospital no niega los hechos. "No se le facilitó una ambulancia porque el estado que presentaba no lo requería", aseguró un portavoz.
El parte de alta de África, firmado pasadas las tres de la madrugada, indica que la paciente perdía líquido amniótico desde la una, que había dilatado "dos dedos amplios" y que tenía el cuello del útero casi preparado para el parto. El portavoz del hospital afirmó que el médico que la atendió "decidió que fuera derivada al Gregorio Marañón". Declinó explicar por qué, aunque el parte de alta lo deja claro: "Ante la situación de no encontrarse camas disponibles en el hospital se decide derivar a la paciente a otro centro para su correcta atención".
Un experto consultado por EL PAÍS aseguró que, de no haber camas disponibles, es correcto derivar, pero no en esas condiciones. "Pueden ocurrir eventualidades que pongan en riesgo la vida del feto", explicó. Se podría haber producido un "prolapso de cordón", una salida brusca del cordón umbilical, y la "muerte del bebé" por asfixia. Según el experto, la mujer tendría que haber estado monitorizada hasta que llegara una ambulancia para trasladarla, "aunque fueran tres horas".
El hospital de Arganda fue noticia hace un año, cuando todos los ginecólogos abandonaron el hospital por sus malas condiciones de trabajo. Entre otras cosas, se quejaban de que por la noche sólo había un profesional de guardia para todo el hospital.
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