Tres horas y media para elegir 11 jurados

Tres horas y media tardaron las acusaciones y las defensas en elegir a los 11 integrantes (nueve titulares y dos suplentes) del jurado en el juicio de la discoteca Balcón de Rosales, por la muerte de Álvaro Ussía, de 18 años. Seis hombres y cinco mujeres se encargarán de decidir si los tres acusados son culpables de un delito de homicidio con la agravante de abuso de superioridad.

A la selección del jurado acudieron 34 personas. Las partes (fiscalía, acusación particular, acción popular y las defensas) preguntaron a los candidatos acerca de su opinión sobre los porteros de discoteca y las funciones que tendrían que desempeñar. También se les interrogó sobre si conocían algunos extremos del caso que tendrían que juzgar. La mayoría respondió que sí, que habían oído o leído noticias sobre el caso, que ocurrió el 15 de noviembre de 2008.

La larga selección del jurado obligó a dejar para hoy el interrogatorio a los tres acusados: Antonio Sánchez Serrano, alias Pitoño; David Sancio Gutiérrez y David Alonso de Aubarede.

La Sección 23ª de la Audiencia Provincial ha previsto 12 sesiones en el que además de los acusados declararán los amigos de Ussía que vieron la supuesta agresión cometida por Pitoño y que costó la vida de Ussía.

El abogado defensor de David Sancio, Raúl Velázquez, explicó, a la entrada de la Audiencia, que su cliente estaba "tranquilo y esperanzado" con el juicio. "El hecho de que el juicio sea por el procedimiento del jurado no nos beneficia, porque los integrantes pueden tener información exterior al proceso", añadió. El abogado de la familia de Ussía, Pedro Colina, no quiso hacer declaraciones. "El juicio está dentro", dijo, "no fuera".

Los tres acusados no se dejaron ver. El supuesto autor material de la muerte de Ussía, Pitoño, fue trasladado a la Audiencia en un furgón de la Guardia Civil, que entró directamente al garaje del edificio. Los otros dos entraron a primera hora.

A la salida, uno de los acusados salió a la carrera por el garaje, mientras los cámaras le esperaban por la escalinata de acceso al edificio. Huyó por la calle de Santiago de Compostela, donde le esperaba un Audi A-3 oscuro justo a la salida de otro edificio, a unos 100 metros de la Audiencia. Llevaba un gorro oscuro y gafas de sol para no ser reconocido.