La educación en Madrid tiene precio

Si usted vive en una zona próspera cuenta con más posibilidades de que sus hijos estudien en un centro de los que han superado con buena nota la prueba de nivel de Sexto de Primaria. Aunque esta prueba no es ningún método científico para determinar la calidad de los colegios, es la única referencia que la Comunidad de Madrid ofrece para clasificarlos. Los expertos señalan que el examen a los alumnos de sexto, de 12 años, no ofrece las suficientes garantías, porque no incluyen aspectos socioeconómicos, como la renta o el nivel de población inmigrante en sus aulas.

Pero al cruzar los resultados se descubre que este controvertido método que el Gobierno de Esperanza Aguirre ha ideado para evaluar a los chicos ofrece un dato preocupante: la educación depende del nivel de renta. Municipios como Villaviciosa de Odón, Tres Cantos, Boadilla del Monte, Pozuelo de Alarcón o Majadahonda -con ingresos por encima de la media regional (16.922 euros)- han logrado mejores resultados que otros como Parla, San Martín de la Vega, Villalba o San Fernando de Henares, con rentas más modestas. Ocho de los diez municipios con mejores resultados están también en la lista de los más ricos.

Algo parecido ocurre entre los distritos de la capital. Los colegios de Chamartín, Retiro o Salamanca, con más dinero que la media, han sacado mejores notas que otros ubicados en zonas más pobres de la ciudad, como Vicálvaro, Villa de Vallecas o Usera.

Los resultados de la Prueba de Conocimientos y Destrezas Indispensables (CDI) no son concluyentes respecto a la influencia de la población extranjera en las calificaciones. Siete de los diez municipios con más centros suspendidos tienen una proporción de extranjeros inferior a la media de la región (16,89%). Sin embargo, este factor sí parece haber influido en los colegios de la ciudad. Entre los 10 primeros de los distritos con mejores resultados están los ocho con menores tasas de extranjeros: Chamartín, Retiro, Salamanca o Moncloa. Además, entre los distritos con más suspensos están también aquellos con más foráneos, como Puente de Vallecas (49,8% de extranjeros), Usera (24,3%) o Tetuán (22%). La prueba arroja otro curioso dato: los centros de los pueblos más pequeños obtienen peores notas. Los colegios de Villamantilla (7,5 sobre una puntuación de 40), Rascafría (12,95), Quijorna (11,67) o Ribatejada (10) han cosechado las calificaciones más bajas.

Representantes de las escuelas pública y concertada criticaron ayer a la Comunidad por facilitar la lista de centros con nombres y notas sin incluir otros datos que podrían matizar el resultado. Entre los 50 mejores en la prueba hay 18 centros públicos, 20 concertados y 12 privados. El Gobierno regional reconoció ayer que la educación madrileña es mejorable.Los padres de los alumnos de Parla y Vicálvaro no deben estar muy contentos. Con tres de cada cuatro centros cateados (cerca del 75%) están a la cola de la clasificación de los municipios [los más poblados de la región] y distritos con peores resultados en la prueba de primaria. Ambos se colocan por debajo de la renta media per cápita. Parla, además, está por encima del porcentaje medio de población extranjera.

En Parla, a 20 kilómetros al sur de Madrid, se examinaron los estudiantes de sexto de los 20 centros de primaria existentes en el municipio, 19 públicos y 1 concertado. El resultado no fue bueno: suspendieron 15 centros públicos. El que obtuvo peor nota fue el colegio Ciudad de Parla, con 13,53 puntos de media sobre 40. El mejor, otro público, el Antonio Machado, con un 21,38.

La prueba de nivel también ha rebajado el caché educativo de Vicálvaro. Suspendieron cuatro de sus cinco centros públicos y uno de sus cuatro concertados. El peor colegio del distrito es el centro público Vicálvaro, con un 16,76 sobre 40. El que sale mejor parado es un concertado, El Valle, con un 27,85.

Los datos facilitados por Educación no han gustado a los responsables de los centros. Los colegios públicos quieren más recursos: profesores de apoyo, orientadores, material y menos listas en las que se les compare con otros colegios que no tienen ni sus carencias ni su alumnado. Los concertados creen que ésta no es la forma de hacer las cosas. Los representantes de ambos colectivos criticaron ayer que la consejería facilitara los datos por centros y notas. Este periódico solicitó sin éxito la versión de la asociación que representa al 90% de la enseñanza privada a nivel nacional, ACADE.

Enfado de los profesores

"Se comprometieron a no hacerlo y han roto su promesa", critica Amancio Esteban Antón, secretario del Consejo de Directores de Educación Infantil, Primaria y Espacial, que representan a los centros públicos de la región. En 2005, después de que un primer listado levantara en armas a la comunidad educativa, el Gobierno regional se comprometió a no volver a hacerlo. "No tiene sentido publicar los resultados detallados si no se le añaden datos como el número de alumnos inmigrantes, de compensatoria o con necesidades educativas especiales. Lo contrario es jugar con los datos", añade. El portavoz de la enseñanza pública critica que, tras cuatro años de prueba, no se ha aumentado el número de orientadores, profesores de refuerzo y pedagogía terapéutica ni los de compensatoria, que ayudarían a mejorar los resultados de las pruebas.

"Clasificar los centros por una prueba coyuntural que mide el nivel de matemáticas y de lengua es perverso y enormemente equívoco", critica Emilio Díaz, portavoz de la Federación Española de Religiosos de Enseñanza (FERE), la mayoritaria en la concertada, con 300 socios de los 383 centros. "Estamos en contra de las clasificaciones o de que la Administración dé datos que permitan hacer esas clasificaciones", añade. "Evaluar una asignatura no es lo mismo que evaluar un centro", añade. "Esperamos que nuestros centros funcionen bien en matemáticas o en lengua, pero lo que más nos importa es que funciona en convivencia, en nuestra actividad pastoral", concluye Díaz.