El colegio catalán que prometió Aguirre no abrirá por falta de alumnos

Habían dibujado la ubicación perfecta -calle de la Beneficencia, en pleno centro de Madrid-, fijaron los ciclos (infantil y primaria) y hasta el nombre del colegio: Presidente Tarradellas. Perfecto para un anuncio de impacto en precampaña electoral. La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, lo contó en un acto de partido celebrado el 12 de febrero en Lleida. "Ofreceremos la posibilidad de escolarizar en catalán", prometió. Tres meses después, su propuesta ha chocado con la realidad: sólo 11 familias han solicitado plaza.

El colegio no abrirá por falta de demanda. Educación fijó un mínimo de 10 matrículas por curso para ponerlo en marcha. La consejera del ramo, Lucía Figar, lo confirmó ayer por la mañana en una comparecencia pública. Figar no respondió a EL PAÍS por la tarde cuestiones como: ¿estudiaron la propuesta con calma? ¿Quiénes asesoraron al Gobierno de Aguirre para plantear esa iniciativa?

La Generalitat conoció la propuesta por la prensa. Y después la Consejería de Educación de Madrid remitió una carta al Gobierno catalán para que les ayudaran a difundir la iniciativa. "No sabemos por qué llegaron a la conclusión de que lo que necesitaban las familias catalanas era un colegio", señaló ayer el delegado de la Generalitat en Madrid, José Cuervo.

Unos 30.000 catalanes viven en Madrid, según estimaciones de la Generalitat. El Gobierno regional madrileño eleva esa cifra a 90.000 familias. Hay 463 alumnos matriculados en centros oficiales de catalán en Madrid. De los 235 que aprenden en la sede madrileña de la Generalitat, sólo 18 tienen entre cinco y 15 años. Cuando ambas administraciones entraron en contacto, la Generalitat les sugirió alternativas "más cómodas" que el colegio para fomentar el aprendizaje del idioma, como "clases semanales o agrupadas en centros por distritos". Cuervo considera que ha podido fallar la "logística" de la propuesta. Una de las primeras motivaciones para elegir centro escolar es que quede cerca de casa. Con esta premisa, a lo mejor falla también el plan B. Educación anuncia que propondrá a los 11 solicitantes que se agrupen para aprender catalán en un mismo colegio público.