El bar Moma reabre cinco meses después de la clausura

El Moma, uno de los locales más afamados entre los noctámbulos madrileños, situado en la calle de José Abascal (Chamberí), ha reabierto sus puertas a los cinco meses de ser clausurado por el Ayuntamiento de Madrid por falta de las correspondientes licencias. Su cierre, como el de otros establecimientos de ocio, se produjo días después de que muriera Álvaro Ussía tras una paliza en la puerta de la discoteca Balcón de Rosales.

Los responsables del Moma disponen ya de tres licencias de funcionamiento, que les permiten abrir la cafetería, el restaurante y el restaurante-espectáculo, según explicó uno de los socios, Alberto Vos. Para conseguirlas ha sido necesario que suprimieran las barreras arquitectónicas y que dividieran en sectores las tres actividades que se realizan en el local, entre otras reformas. La zona de discoteca podrá abrir hasta las cinco y media de la madrugada.

Los funcionarios de la Junta Municipal de Chamberí otorgaron las licencias con fecha de 30 de abril. "A partir de ahora ya podremos contratar eventos y actos con empresas", aseguró el socio del Moma. Este local abrió en 2002, aunque la actual dirección se hizo cargo en 2006.

Cuando fue clausurado el pasado 21 de noviembre, contaba con una plantilla de unas 50 personas, que ahora se verá reducida hasta las 40 o 45, según Vos. Éste asegura que el cierre les ha supuesto grandes pérdidas. Sólo en el alquiler del local han tenido que desembolsar 300.000 euros durante los meses de cierre. "A eso hay que unir a las familias que se han visto en la calle de la noche a la mañana", añade.

Junto al Moma se clausuraron otros locales representativos de la noche madrileña. Entre ellos estaba la sala La Riviera, que también reabrió el pasado 13 de marzo. Otros, como el But (en Centro), permanecen cerrados.